El alcalde Jesús Estrada Ferreiro anunció este mediodía que los salones de eventos tienen el permiso de realizar fiestas y reuniones a partir de ya, en medio de una ciudad que no logra bajar su índice de contagios diarios de Covid-19 y acumula más de 900 decesos por el virus.

El anuncio se dio luego de una reunión con empresarios del ramo quienes lo acompañaron a una rueda de prensa en el Modular Inés Arredondo (MIA) a la que convocó de último momento.

La decisión según expuso el alcalde se da debido a que Culiacán experimenta una baja en los nuevos contagios, sin embargo la estadística dice otra cosa. En los primeros 21 días de agosto la capital registra más del 50 por ciento de los 2 mil 315 nuevos casos reportados por la Secretaría de Salud.

En comparación con los primeros 21 días de julio, la cantidad es apenas de 153 nuevos casos menos en una ciudad que además aglomera casi el 60 por ciento de los casos activos y casi el 50 por ciento de los hospitalizados por el virus SARS-CoV-2 a nivel estado.

Señaló que los establecimientos podrán operar hasta en un 70 por ciento de su capacidad así como la implementación de una cantidad de personas determinada por mesas y lista previa de invitados, entre otras medidas sanitarias y en un horario como máximo a la 01:00 horas.

Aunque sin precisar el protocolo señaló que será labor de todos atender las medidas sanitarias para evitar un rebrote a pesar de que el titular de la Secretaría de Salud Efrén Encinas estimará la posibilidad de un rebrote de contagios o segunda ola durante el mes de octubre.

En ese sentido explicó que espera que los festejos se reanuden al menos en una semana ya que no habrán fiestas inmediatamente aunque el permiso según señaló es a partir de ya.

Por otra parte, el alcalde arremetió contra los manifestantes de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán tildando el movimiento de político estrictamente por lo que señaló que no negociará nada con ellos.

El alcalde señaló también que respecto al inicio de clases se les brindará apoyo a niños y niñas desplazados de Tepuche por la ola de violencia que vive la comunidad al norte de la capital.