El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en la masacre de migrantes en San Fernando Tamaulipas, ocurrida el 24 de agosto de 2010, no se protege a nadie ni hay “impunidad”.

Durante la conferencia mañanera de este lunes, mencionó que a 10 años del hecho, se tiene que seguir con la investigación.

Adelantó que enviará una iniciativa al Senado para que en todo los casos en donde se registren violación de los derechos humanos pueda intervenir si ninguna limitación la Organización de Naciones Unidas (ONU), lo que no se había aceptado por nuestro país.

Dijo que los migrantes ahora no son abandonados en camiones porque aumentó la revisión en unidades por parte de las fuerzas federales.

“Se puede avanzar sin violar los derechos humanos”, expuso.

El secuestro y asesinato de 58 hombres y 14 mujeres migrantes, la mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala,  ocurrió en una vivienda en San Fernando y es atribuida a Los Zetas.

Desde la masacre, familiares de las víctimas, defensores de derechos humanos y organizaciones civiles han realizado manifestaciones para exigir el esclarecimiento de los hechos y castigo para los responsables, pero no lo han logrado.