Durante las primeras horas de este domingo, murió monseñor Rafael Barraza Sánchez a los de 92 años de edad.
El Obispo Emérito de Mazatlán residía en Durango, en la colonia Maderera, dónde nació un 24 de octubre de 1928.
Fue obispo de la diócesis de Mazatlán durante 20 años, desde el 29 de noviembre de 1981, hasta el 5 de noviembre de 2001, con jurisdicción en Elota, Cosalá, San Ignacio, Concordia, Rosario y Escuinapa.
De acuerdo con una publicación del sitio Contacto, ingresó al Seminario Mayor de Durango en 1939, a la edad de 11 años.
En 1948 fue enviado a Roma al Colegio Pontificio Pío Americano en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde obtuvo el Doctorado en Sagrada Teología.
Fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1951 en la Catedral Basilica Metropolitana de Durango por el Obispo José María González y Valencia.
Antes, fue prefecto de disciplina y Vice Rector del Seminario Menor y profesor del Seminario Mayor y Seminario Menor de Durango. Capellán de nuestra Comunidad de Clarisas Capuchinas desde 1956 hasta el 29 de noviembre de 1981, cuando viajó a Mazatlán a tomar posesión de la Diócesis Sufragána de Provincia Eclesiástica de la Arquidiócesis de Durango. Barraza Sánchez fue el segundo obispo de esta región eclesiástica.
Fue canónigo honorario de la Santa Iglesia Catedral de Durango; Canónigo Lectoral de la misma Iglesia Catedral, desde el 6 de de mayo de 1974.
Consagrado Obispo Titular de Drivasto y Auxiliar del Arzobispo de Durango, Antonio López Aviña el 25 de enero de 1980.
La muerte de Rafael Barraza Sánchez, ha sorprendido a la comunidad católica, principalmente a sus familiares que todavia no definen fecha del sepelio.
Se está a la expectativa de que sus restos mortales sean ttraídos a Mazatlán para depositarlos en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, pero hasta el momento no se ha confirmado.