La guerra verbal entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa continuó la semana anterior, luego que el mandatario cuestionara al ex presidente si sabía de la operación “Rápido y Furioso”, y este último respondió que durante su administración no existieron acuerdos con Estados Unidos para introducir armas al país.
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“Es falso que el gobierno de México haya tenido un acuerdo con el gobierno de EUA para introducir armas al país. Durante la Administración 2006-2012, el gobierno mexicano exigió firmemente al gobierno de EUA detener el tráfico de armas que llegaban a los criminales”, escribió Calderón en su cuenta de Twitter.
Durante la mañanera del jueves pasado (14 de mayo), López Obrador cuestionó si Calderón supo de la entrada de armas durante el operativo conocido como “Rápido y Furioso”, que de acuerdo a expertos, cobró una cantidad no determinada de vidas humanas en México.
“Sería bueno saber si el ex presidente Calderón sabía o no de la entrada de armas con el operativo Rápido y Furioso y por qué lo permitió, si lo sabía”, cuestionó el mandatario.
Según un reporte publicado por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), el operativo benefició principalmente al cártel de Sinaloa, y como prueba destaca que de diciembre de 2012 a marzo de 2016 recuperaron 94 armas que formaron parte del operativo.
Sonora fue el estado mexicano donde más armas se recuperaron, 32, entre fusiles y armas cortas, seguido de Chihuahua con 19, mientras que en Sinaloa se decomisaron 17 armas, la mayoría de ellas durante enfrentamientos entre bandas rivales.
“La operación ‘Rápido y Furioso’ fue un hecho grave no sólo por las muertes que provocaron las armas que se internaron al país, sino por la flagrante violación a la soberanía nacional, y mientras yo esté en el poder, no permitiré otro operativo como ese”, señaló López Obrador.
El mandatario aclaró que lo que le motivó a presentar una nota diplomática al gobierno de Estados Unidos fue conocer mayor información de los alcances de la operación, y si el entonces procurador Eduardo Medina Mora conocía de la operación al ser quien más estaba en contacto con la Procuraduría estadounidense, y si así fue, saber si informó al presidente Felipe Calderón.
En una entrevista con Ríodoce en diciembre de 2018, Calderón Hinojosa afirmó que su gobierno exigió en repetidas ocasiones a Estados Unidos detener el tráfico de armas hacia México, lo mismo que aliviaran el consumo de drogas para así frenar el tráfico en ambas direcciones. Pero nada de eso ocurrió. Por el contrario.
En su cuenta de Twitter, Calderón dijo que en algún momento el gobierno de Estados Unidos ofreció tomar acciones para frenar el tráfico de armas. Entre ellas, la Procuraduría de aquel país buscó recolectar y generar evidencia para detectar, detener y llevar a juicio a los traficantes de armas.
“En ese marco que, según se supo después, introdujeron detectores electrónicos en armas comercializadas en la frontera para rastrear su movimiento y actuar judicialmente contra los culpables. “Sin embargo, la situación salió de control de las autoridades estadounidenses“, dijo.
La operación sería eventualmente conocida como “Rápido y Furioso”, y habría sido implementada por el ATF para vender armas a criminales mexicanos y dar seguimiento para identificar a los traficantes.
Pero luego de más de mil 500 armas vendidas, se perdió el control de todas ellas y no pudieron determinar su paradero, hasta que fueron apareciendo en diferentes hechos violentos ocurridos en México, la mayor parte de ellas en manos de pistoleros del cártel de Sinaloa, pero también de grupos como el Cártel de Jalisco Nueva Generación, de los hermanos Beltrán Leyva y hasta de los Zetas.
Pero donde más se localizaron armas de “Rápido y Furioso” fueron en manos de sicarios de Joaquín el Chapo Guzmán, la primera en gente de Orson Iván Gastelum el Cholo Iván, cuando en noviembre de 2012 se encontró un fusil de ese operativo junto al cadáver de una reina de belleza muerta a balazos durante un enfrentamiento entre sicarios y gobierno.
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La segunda se encontró entre las armas que aseguraron en una casa de seguridad de la colonia Guadalupe, en Culiacán, de donde escapó el Chapo, y donde habrían encontrado un fusil AK–47, que presuntamente perteneció a la gente que lo protegía.
La otra arma es un fusil calibre 50 recuperado tras la recaptura de Guzmán Loera, en Los Mochis, en enero de 2016.
Si el presidente Calderón estaba enterado o no de la operación “Rápido y Furioso”, se sabrá. Si era del conocimiento de su gobierno aunque él personalmente no estuviese enterado, también. Todo dependerá de la cooperación que el presidente López Obrador está pidiendo al gobierno norteamericano con la nota diplomática. Si la obtiene o no. Hay un personaje que estaría en medio de esta polémica: se llama Genaro García Luna.
Artículo publicado el 17 de mayo de 2020 en la edición 903 del semanario Ríodoce.
