A través de su constructora Cicsa y en consorcio con la española FCC , Carlos Slim Helú, ganó un contrato por 18 mil 553 millones de pesos para construir el segundo tramo del Tren Maya, que unirá Escárcega con Calkini, en Campeche.
Este contrato es, hasta la fecha, él de mayor monto que haya adjudicado el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador; el segundo más oneroso –del primer tramo del Tren Maya, por 15 mil 538 millones de pesos– lo obtuvo el consorcio de las empresas portuguesas Mota-Engil y la paraestatal china China Communications Company Ltd la semana pasada, publicó Proceso.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, Slim ya había obtenido el contrato de obra pública más costoso, también a través de Cicsa: el consorcio que encabezó había obtenido la obra del edificio Terminal del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, por un monto total superior a 84 mil millones de pesos, y la empresa había tenido aparte la construcción de la tercera pista de aterrizaje, por 7 mil 359 millones de pesos.
De acuerdo con la revista Forbes, Carlos Slim, el dueño de Grupo Carso –que controla Telmex, América Móvil e Inbursa– sigue siendo el hombre más rico de México en 2020, con una fortuna estimada en 52.1 mil millones de dólares, aunque sufrió una pérdida de 12 mil millones de dólares respecto al año pasado.
En la adjudicación del segundo tramo del Tren Maya, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) la oferta de Slim estaba más elevada que algunas de sus competidores –entre ellos Prodemex, del magnate Olegario Vázquez Raña, y GIA+A, de Hipólito Gerard Rivero, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari–, pero obtuvo un mayor puntaje.
El Tren Maya forma parte de los megaproyectos que López Obrador pretende continuar a marchas forzada y a pesar de la emergencia sanitaria por covid-19, por lo que las empresas de Slim deberían arrancar las obras el próximo 12 de mayo, en el periodo de clímax de la epidemia del coronavirus en México.