Desde que llegó a Ismujeres, la controversia ha acompañado el desempeño de Reyna Araceli Tirado Gálvez. La solicitud del gobernador Quirino Ordaz Coppel de ratificarla en el puesto reavivó las voces de sus detractoras.

Cuando fue propuesta por el gobernador Quirino Ordaz Coppel como presidenta del Instituto Sinaloense de las Mujeres y ratificada por el Congreso del Estado, en febrero de 2017, Reyna Araceli Tirado Gálvez no figuraba en su hoja de vida datos sobresalientes sobre sus conocimientos o experiencia de participación en la problemática de las mujeres. Esa fue la bandera más fuerte de las voces discordantes.

Contaba con una sólida trayectoria académica como una estudiante con dotes para la oratoria que cursó dos licenciaturas de manera simultánea: Contaduría Pública y Derecho. Había concluido una maestría en Derecho Fiscal y un doctorado en Derecho. Tenía además entre sus reconocimientos el ser integrante del Sistema Sinaloense de Investigadores y Tecnólogos. Cursos de Inglés e Italiano.

En su trayectoria como docente en las aulas de la Universidad Autónoma de Sinaloa estaba especializada en derecho fiscal tributario, administrativo, relaciones internacionales, inversión extranjera y en derecho internacional económico.

Como credenciales sociales de mayor peso, figuraban el ser una militante activa del PRI, y haber sido la primera mujer que fue dirigente del Frente Juvenil Revolucionario en Sinaloa entre 2007 y 2010. La militancia en el tricolor la había llevado a ser diputada federal que participó en la Comisión de Desarrollo Social. En los puestos de elección popular también había llegado a ser regidora en el Ayuntamiento de Culiacán de 2007 a 2010, en donde presidió la Comisión de Hacienda, en donde se especializó en el análisis de las cuentas públicas.

El perfil de Tirado Gálvez no reunía lo establecido en el artículo 22 de la Ley del Instituto Sinaloense de la Mujeres que señala en su apartado segundo que para ser directora de Ismujeres se requiere haber destacado por su labor en favor de la igualdad de género o en las actividades relacionadas con la promoción de la igualdad de oportunidades para las mujeres.

En el primer año de su desempeño como titular de Ismujeres trascendió  en los medios de comunicación que permaneció 20 días en un viaje en Europa, mientras en Sinaloa crecía el número de casos de feminicidios. Aunque recibió el nombramiento como funcionaria pública, no pidió licencia a su trabajo de tiempo completo en la UAS, situación que sus detractores acusaron de dividir su atención en dos tareas, en detrimento de la problemática de las mujeres.

A lo largo de los tres años que ha estado al frente de Ismujeres se ha caracterizado por estar en el centro de la controversia y ser señalada por su debilidad para abanderar la problemática de las mujeres en Sinaloa, especialmente en el caso de feminicidios.

De ahí se entiende que en su reciente comparecencia ante el Congreso de Estado, Araceli Tirado Gálvez hiciera énfasis en la responsabilidad institucional de prevención y de atención que tiene el organismo. “El Ismujeres no es ministerio público, no es poder judicial, ni cumple funciones policiacas”, dijo ante los diputados.

En ese encuentro, la presidenta de la Comisión de Equidad, Género y Familia, la diputada Francisca Abeyó Jordá, aseguró que Ismujeres como el CONAVI se habían enfocado en acciones poco trascendentes, que se resumen en reuniones interinstitucionales, conferencias y capacitaciones que arrojan resultados que no generan el impacto que necesita la sociedad.“No podemos seguir nadando de muertito”, manifestó.

En el dictamen presentado por la presidenta de la Comisión de Equidad, Género y Familia, se señaló que Reyna Araceli Tirado durante su gestión no estableció parámetros ni precedentes para abordar la problemática en materia de violencia de género, ni hizo frente a acontecimientos que aquejan a las mujeres.

Como evidencia el dictamen fue citado el caso de la agente de policía Rosario Dignora Valdez López, a quien no existe evidencia de que se le haya gestionado apoyo jurídico y psicológica pese a una solicitud expresa de María Candelaria Ochoa Avalos, comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM).

Otra muestra de cómo ha sido su desempeño al frente de Ismujeres, fue la controversia con personal que fue despedido injustamente de la institución, sin habérseles entregado liquidación. La denuncia fue firmada por la ex trabajadoras Nilsa Deyanira Quiñones Pérez, Rosa Gabriela Izabal Wong, Lucía Blancarte Ibarra y Sandra Luz Carranza Martínez.

La presidenta de la Comisión de Equidad, Género y Familia desestimó que Tirado Gálvez pueda tener una personalidad aglutinadora de consensos porque han recibido oficios de colectivos de mujeres que manifiestan estar en contra de la ratificación porque no se sienten representadas.

Entre los voces discordantes señalan al Grupo Sabuesas Guerreras y Colectivo de Mujeres Activas de Sinaloa (C’Mas).

A las voces discordantes, el dictamen incluye un informe emitido por Isaac Tomás Guevara Martínez y José Ramón Guzmán Serrano, integrantes del Grupo Interinstitucional e Interdisciplinario (GIM) que da seguimiento a la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género en el Estado de Sinaloa para los municipios de Ahome, Culiacán, Guasave, Mazatlán y Navolato.

El documento señala que tienen razones de índole objetiva y medible por las cuales consideran no debe otorgarse ratificación a Reyna Araceli Tirado Gálvez, para un segundo periodo como directora General del Instituto Sinaloense de las Mujeres.

La Diputación Permanente integrada por nueve legisladores tendrá la facultar de decidir. Emitirán el voto cinco diputados de Morena, dos del PRI, uno del PAN  y uno del PT. Su ratificación al frente de Ismujeres está en suspenso.

Artículo publicado el 16 de febrero de 2020 en la edición 890 del semanario Ríodoce.