El presidente del club Dorados de Sinaloa confirmó el embargo que sufrió el equipo en algunos bienes por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT), así como la ausencia de un contrato de comodato para la operación del estadio de futbol antes llamado Carlos González y González.

En rueda de prensa al término del encuentro entre el local Dorados ante Bravos de Juárez, José Antonio Núñez admitió que existe un litigio abierto debido a un adeudo contraído por la empresa que se hizo cargo del club antes de 2013, año en que cambió de dueños.

La empresa que operó al equipo desde su nacimiento fue Estadios de Sinaloa SA de CV, propiedad de Eustaquio de Nicolás, y el comodato de usufructo del estadio data de 2003, aunque José Antonio García omitió nombres y montos sobre este litigio reporteros insistieron en el tema tanto del nombre de la empresa como del monto o juicio.

El comodato venció en 2018 y señaló que se encuentran en trabajos para llevar a cabo un nuevo contrato con las autoridades, aunque explicó que se encuentran al corriente con pagos de impuestos y permisos tanto al Ayuntamiento de Culiacán como con la JAPAC.

Respecto al litigio, el presidente de Dorados prácticamente no dio detalles pero reconoció que existe un pleito legal y una deuda si definir de dónde viene y producto de qué es, a pesar de que el estadio actualmente recibe inversión del erario por más de 58 millones de pesos para su remodelación.

Señaló además que Servicios Profesionales de Operación, empresa que en 2013 adquiere al equipo, demandará debido al juicio fiscal que de una forma le heredan.