Hijos del ‘Chapo’, acusados en cortes federales de los Estados Unidos

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El liderazgo de los hijos de Joaquín Guzmán Loera se fue al cielo después de haber doblegado al Gobierno durante la Operación Ovidio. Tenían operando desde 2005, según reportes judiciales de Estados Unidos, aunque entonces el gobierno no se enfocaba en ellos porque toda su atención estaba sobre Guzmán Loera, Ismael el Mayo Zambada, Víctor Emilio Cazares Salazar y los hermanos Beltrán Leyva.

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No fue sino hasta que arrestaron o mataron a los líderes del Cártel de Sinaloa —salvo al Mayo—, que el gobierno se volvió a sus sucesores, en este caso Los Chapitos, que de pronto habrían ganado fama de ser más violentos que el papá y el resto del grupo.

El primero que la DEA habría ubicado fue Iván Archivaldo Guzmán Salazar, cuando un informante de la agencia estadounidense lo señaló como uno de los coordinadores más cercanos que tenía su padre, aclarando que estaba operando desde mayo de 2005.

Sin embargo, debido a la presión que tenían los gobiernos de Estados Unidos y México por atrapar a su padre, Iván Archivaldo nunca fue prioridad, hasta que el Chapo fue finalmente arrestado, el 22 de febrero de 2014, en Mazatlán, Sinaloa.

Cinco meses después de aquel arresto, la DEA confirmó que Iván Archivaldo fue quien tomó el control dejado por su padre, y fue entonces que un juez federal del Distrito Sur de California, le giró una orden de aprehensión.

Según el expediente 3:14-cr-00658-DMS, del 25 de julio de 2014, radicado en el sur de California, Guzmán Salazar con ayuda de Ismael Zambada García, se había hecho cargo de la facción dejada por su padre, y la DEA, aunque lo tenía ubicado desde 2005, finalmente le presentó cargos por trasiego de droga.

La acusación, que también incluía órdenes de aprehensión contra el Mayo Zambada, Ismael Zambada Sicairos el Mayito Flaco, e Ismael Zambada Imperial el Mayito Gordo, formaba parte de una investigación que inició en septiembre de 2013, y que concluyó con evidencias de que los acusados no sólo tenían una fuerte organización dedicada al tráfico de drogas, sino gente que le lavaba dinero en todo el mundo.

“El líder es el Mayo Zambada, encargado de negociar el precio de la cocaína en Colombia, Perú y Bolivia, y después planeaba el trasiego de la droga, mientras que Iván Archivaldo era el coordinador para el trasiego de grandes cantidades de cocaína desde Colombia a México, y luego a Estados Unidos, donde es entregada”, se lee en la página 4 del expediente.

Como parte de los esfuerzos de la DEA para atraparlo, nuevamente sus informantes indicaron al gobierno que el mayor de Los Chapitos tenía ciertos vehículos de lujo que gustaba circular, incluyendo un Mercedes 2006, tipo SLR McLaren, un Nissan 2014, tipo GTR, un Ferrari 2010, modelo Murciélago, y un Lamborghini 2008.

Ese habría sido el motivo por el cual, en agosto de 2010, la información terminó filtrándose y enemigos de los Guzmán ubicaron uno de esos vehículos en la colonia Las Quintas, y creyendo que el Ferrari era conducido por Iván Archivaldo, grupos rivales lo rociaron a tiros, matando en cambio a Marcial Fernández, hijo de Manuel Fernández, el Animal, preso en los Estados Unidos.

Iván Archivaldo, lo mismo que sus hermanos, terminaron deshaciéndose de esos vehículos y moviéndose con mayor seguridad e informados por punteros y sicarios.

EL ALFREDILLO.

El ‘Alfredillo’

Antes de que el gobierno de Estados Unidos presentara cargos contra Iván Archivaldo, Alfredo Guzmán Salazar ya tenía orden de aprehensión girada por una corte federal del Distrito Norte de Illinois, y firmada por el juez Rubén Castillo.

El expediente número 1:09-cr-00383, del 5 de junio de 2012, que también acusaba a Joaquín el Chapo Guzmán, Ismael el Mayo Zambada, y Vicente Zambada Niebla, señalaba a Alfredo Guzmán el Alfredillo, como el coordinador de logística para el trasiego de droga, y cuya función principal era asegurar que las entregas de droga llegaran a su destino final en Chicago, y que eventualmente llegarían a manos de los hermanos Pedro y Margarito Flores.

Por ello se especula que, al estar los hermanos Flores en poder de Estados Unidos, es posible que testifiquen en contra del Alfredillo, si éste llegara a ser aprehendido antes de que los gemelos salgan de prisión.

Destaca al final del expediente que Estados Unidos buscaría recuperar mil 373 millones de dólares de los acusados, incluyendo una parte no especificada que se le decomisaría a Alfredo Guzmán Salazar, una vez que sea detenido y extraditado al vecino país del norte.

A diferencia de Iván Archivaldo, la DEA ha señalado que el Alfredillo no se inició en el negocio de tráfico de drogas sino hasta el 10 de septiembre de 2009, es decir cuatro años después que su hermano mayor.

 

Ovidio y Joaquín

El 4 de febrero de 2018, una Corte Federal del Distrito de Columbia identificó a otros dos hijos del clan Guzmán: Ovidio Guzmán López, también conocido como el Ratón y Ratón Nuevo, y el hermano de éste a quien hasta entonces nadie ubicaba: Joaquín Guzmán López el Güero o Güero Moreno.

Aunque eran desconocidos para muchos, la DEA los tenía ubicados desde 2008 ya que el expediente 1:18-cr-00081 (sellado en la Corte el 6 de julio de 2017) formaban parte de la facción liderada por su padre y eran encargados de distribuir cocaína, mariguana, y metanfetaminas a sus distribuidores de Estados Unidos.

La acusación, firmada por los fiscales Arthur G. Wyatt y Anthony T. Aminoff, señala que Ovidio opera desde que tenía 17 años, y junto con su hermano Joaquín habría sido sancionado por la OFAC (Oficina para el control de bienes Extranjeros), desde el 8 de mayo de 2012.

El documento acusatorio es muy escueto, y sólo tiene cuatro páginas sin brindar muchos detalles, aunque es posible que el resto de la información se mantenga “clasificada”, para no alertar a los sospechosos, según ha señalado la DEA en repetidas ocasiones.

Esas serían las únicas cortes que tienen cargos contra Los Chapitos, pues a diferencia de su padre, que llegó a tener órdenes de aprehensión en Nueva York, New Hampshire, Florida, Georgia, Texas, California, Connecticut y Miami, Los Chapitos mantuvieron un perfil bajo, hasta los hechos ocurridos el pasado 17 de octubre, en Culiacán, Sinaloa, siendo Iván Archivaldo el único que estuvo tras las rejas, luego que en junio de 2005, fuera detenido tras un accidente de tránsito, en Zapopan, Jalisco.

Entonces se le sentenció a cinco años de prisión por lavado de dinero, pero fue absuelto en 2008 por falta de pruebas.

Y no sería hasta el 15 de agosto de 2016, que Iván Archivaldo y el Alfredillo ganaron notoriedad de nuevo, cuando fueron levantados en el restaurante La Leche, en Puerto Vallarta, cuando festejaban un cumpleaños.

Y, finalmente, Los Chapitos se dieron a conocer ente el mundo entero cuando pelearon contra Dámaso López Núñez, el Licenciado, la facción dejada por su padre. La guerra fue ganada por los Guzmán y finalmente ellos asumieron el control que alegaban “les correspondía”.

Aunque se decía que el tío de ellos, Aureliano Guzmán Loera, el Guano, era quien tenía mayor poder al interior del cártel, la realidad es que Los Chapitos fueron quienes tomaron el control desde un inicio, mientras que el Tío sólo quedó a cargo de la zona serrana de Badiraguato.

Artículo publicado el 3 de noviembre de 2019 en la edición 875 del semanario Ríodoce.

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