La autoridad informó. Después de reunir al Consejo Nacional de Seguridad Pública encabezado por Francisco Alfonso Durazo Montaño en el salón Gobernadores de la Unidad Administrativa en esta ciudad, el recuento de lo sucedido en Culiacán dejó más dudas que certezas: el operativo para la captura de Ovidio Guzmán López no lo conocían, y falló porque se precipitó.

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La reunión dio inicio a las 6:00 horas del viernes 18. La ciudad desolada, el tráfico ausente. En las calles algunos vehículos todavía abandonados: unos baleados, otros con fuego y cinco nuevos decesos reportados, pero el llamado oficial fue que se recobró la calma.

En rueda de prensa los funcionarios del gabinete de seguridad dieron una reseña de lo sucedido: desde septiembre del año pasado existe una orden de aprehensión en contra de Ovidio Guzmán López. Esto lo explicó el Secretario de la Defensa Nacional, el general Luis Cresencio Sandoval González.

“Se trató de una acción directa para la captura de un presunto delincuente al contar con orden de aprehensión provisional con fines de extradición emitida por un juez federal”, explicó. Sin embargo, al operativo no llegó a tiempo una supuesta orden de cateo y de ahí la presunta precipitación y el tiroteo.

En el salón, el gobernador Quirino Ordaz Coppel al frente de la reunión de funcionarios para atender a medios de comunicación recibía recados y mensajes escritos. No intervino sino al principio y al final. Luego de su mensaje, el de Durazo y el de Sandoval, el vendaval de preguntas.

La insistencia sobre aclarar si hubo detención y posterior liberación. Si hubo coordinación. Las bajas civiles y materiales, etcétera. Una hora no fue suficiente para aclarar las dudas que dejaron más preguntas que respuestas al final. Durazo dio inicio con la explicación.

“Primeramente, las estimaciones de los riesgos fueron mucho mayores que la dramática situación que ayer vivimos aquí en la ciudad de Culiacán. Las consecuencias pudieron haber sido mucho mayores, diversa información, así nos permitía estimarlo consecuentemente. En algún momento se tomó la decisión de que el personal, los elementos que habían tomado control de la vivienda donde se encontraban estos presuntos delincuentes y pudieran retirarse”, dijo.

En su explicación inicial, Alfonso Durazo comentó que los integrantes del gabinete de seguridad decidieron por unanimidad que la opción de continuar con el operativo del día jueves hubiese implicado un alto riesgo de bajas entre la población civil. Dicha declaración contrasta con las más de cuatro horas de pánico vivido en el sector Tres Ríos.

“No hay que perder de vista el contexto, son muchos años de violencia en el país, las expresiones de violencia como la que vimos ayer no nació de un día para otro, son años, acaso décadas de corrupción e impunidad que han desembocado en el empoderamiento de grupos criminales que actúan, obviamente al margen de toda noción de legalidad y sin límite alguno. Ningún pacto, absolutamente ningún pacto con el crimen organizado”, añadió.

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Con todo y el reconocimiento de grupos criminales “empoderados”, el operativo llevó a cabo labores en Culiacán por parte de personal de la Policía Ministerial Militar y de la División Antidrogas de la extinta Policía Federal, hoy Guardia Nacional, y según el general Sandoval, el error fue la precipitación.

“El grupo que realizó esta actividad, yo ya mencioné que actuó de manera precipitada y no previó las consecuencias. No quiere decir que fue improvisado, tuvo un planeamiento pero ellos dependían de la orden de cateo y en base al mismo sistema, la orden de cateo luego lleva algún tiempo y ese tiempo fue el que estando en la actividad operativa fue lo que generó que el personal de manera improvisada, como ya mencioné, sin medir las consecuencias actuó para poder obtener un resultado positivo. No vislumbraron que se podía llegar a presentar este tipo de condiciones”.

Sin embargo, más adelante en la rueda de prensa, confiesa que junto con la precipitación hubo desinformación. El operativo se llevó a cabo sin que otras corporaciones tuvieran conocimiento, incluso, el mismo Consejo Nacional de Seguridad Pública. De ello, dio fe Alfonso Durazo.

“El gabinete de seguridad estuvo reunido sesionando ayer en la tarde (jueves 17 de octubre) en la Ciudad de México, el presidente se encontraba en Oaxaca. Nosotros asumimos las decisiones, cualquiera que sea la responsabilidad”.

—¿Cómo es posible un operativo de esta magnitud y que el gabinete diga que no estaba enterado de ese operativo?

—Ese fue precisamente el error.

Según explicó el general Sandoval, se estableció una operación sin calcular el tiempo que tardaría la obtención de la orden de cateo, la fuerza participante fue agredida cuando se encontraba en espera de esta orden de cateo, configurándose la flagrancia en uso de armas de fuego desencadenándose una acción directa al interior del domicilio, donde se ubicó al presunto delincuente.

Al no calcular el tiempo que tardaría en recibir la autorización para la revisión del inmueble y aseguramiento del delincuente, se desestimó el poder de convocatoria y la capacidad de respuesta de la organización delictiva para evitar el aseguramiento de Ovidio Guzmán López.

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Esta fuerza de convocatoria tardó menos de 15 minutos para sembrar el pánico en Culiacán, y la autoridad, al cierre de esta edición, no restablece las actividades cotidianas. Y al final, el gobernador Quirino Ordaz explicó que su gobierno no tiene pacto con nadie. Los índices delictivos han ido a la baja gracias a los operativos, no a un pacto, aunque las cifras y los hechos difieran.

Artículo publicado el 20 de octubre de 2019 en la edición 873 del semanario Ríodoce.