Operación Quilá
Desde la sindicatura de Quilá operaba una red de tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa hacia Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense empezó a desmantelar el grupo en 2010, cuando inició a detener a sus miembros.
En total han sido capturados 46 integrantes entre estadounidenses y mexicanos; y 14 huyeron a México y siguen prófugos.
La semana pasada en la Corte de Washington sentenciaron a 11 años de prisión a José Luis Muñiz, considerado miembro de alto rango del grupo.
El líder de la organización era Germán Bueno Martínez, originario de la sindicatura de Eldorado; y asesinado en Culiacán en 2016.
Bueno Martínez fue asesinado a balazos con fusiles AK 47, en el fraccionamiento Montebello, cuando circulaba en un vehículo BMW X6.
La DEA cree que tras este asesinato, al frente del grupo quedaron sus hermanos César y Alberto.
De acuerdo con documentos del Departamento de Justicia la organización distribuyó grandes cantidades de metanfetamina y cocaína en Washington, desde finales de los años 90.
Además distribuyeron drogas en el norte de Idaho, Pórtland, Oregon, Montana, Nebraska, Kansas y Colorado.
Las actividades de tráfico de drogas abarcaron tres generaciones de miembros de la familia, según el Departamento de Justicia.
Durante su operación, algunos miembros de nacionalidad mexicana permanecieron en Estados Unidos con identidades y números de seguridad social falsos para ocultarse de las autoridades.
El grupo utilizaba a extranjeros ilegales para trasladar la droga y los amenazaban a ellos y a sus familias con hacerles daño si no cooperaban.
Durante la investigación de la organización, las autoridades estadounidenses interceptaron comunicaciones y conversaciones entre los miembros cuando hablaban sobre la venta y el transporte de drogas.
El narcótico era trasladado de México a Phonenix y Los Ángeles y de ahí hacia Washington, en camiones comerciales y vehículos.
Las primeras detenciones de miembros del grupo iniciaron en 2008 con la ejecución de una docena de órdenes de aprehensión en las que participaron más de 200 agentes federales, estatales y locales.
La investigación de las que derivaron las órdenes de captura duró 18 meses.
Con las detenciones de los miembros del grupo decomisaron más de 700 mil dólares en efectivo.
El último de los sentenciados es José Luis Muñiz, condenado la semana pasada.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, desde 2014 Muñiz distribuyó grandes cantidades de cocaína y era quien realizaba el seguimiento y envío del dinero en efectivo a Germán, quien se encontraba en Sinaloa.
En la investigación, a José Luis le aseguraron libros de contabilidad y se documentaron los envíos mensuales de más de 45 kilos de droga y el valor de cada envío.
El Departamento de Justicia informó que durante la sentencia el Juez Fremming Nielsen señaló que Muñiz tenía una fuente estable de empleo legítimo, pero en su lugar optó por alinearse a un grupo delincuencial responsable de importar, transportar y distribuir cantidades significativas de narcóticos en el Distrito Este de Washington.
Un miembro del grupo que operaba para la DEA ayudó en las investigaciones y proporcionó información para las investigaciones.
De acuerdo con la acusación, en septiembre de 2016 el colaborador, contactó a Jesús Guillermo Bueno, sobrino de Germán, quien se encontraba en Sinaloa, y éste le dijo que habían asesinado a su tío.
En esa ocasión Guillermo coordinó la venta de una libra de metanfetmina entre el informante, identificado como CS-1, y otro miembro del grupo identificado como Rosalío.
En la conversación vía Whatsapp organizó una reunión entre CS-1 y Rosalío para entregar la droga.
La libra de droga fue decomisada y enviada al laboratorio donde se confirmó que se trataba de metanfetamina con 98 por ciento de pureza.
Guillermo regresó a Estados Unidos el 17 de octubre vía aérea por el aeropuerto de Phoenix, Arizona.
En noviembre CS-1 coordinó con Guillermo la compra de una libra de cristal vía Snapchat y acordaron verse.
Guillermo llegó en un automóvil BMW, propiedad de su madre; y en el asiento del copiloto viajaba otra persona de nombre Jesús y ahí se hizo la compra de una libra por 4 mil 700 dólares y discutieron la compra de cuatro o cinco libras más.
En marzo de 2017 la DEA realizó otra compra de metanfetamina a Guillermo en 4 mil 500 dólares.
Días después, el 15 de marzo, negociaron la compra de 20 libras y entre ese día y el 5 de junio estuvieron hablando por mensajes.
Guillermo dijo que él tenía la droga y la transportaría él mismo y acordaron verse en un restaurante donde fue detenido.
La droga tuvo un peso de 8 kilos 874 gramos y una pureza de 99 por ciento.
La condena más alta que ha recibido un miembro del grupo fue de 23 años y fue a Daniel A. Flaherty, quien fue detenido en 2008.
Durante su detención le aseguraron 4 libras de metanfetamina y en su declaración de culpabilidad aceptó haber distribuido más de 33 libras.
Las condenas que se han impuesto a los 46 miembros del grupo sentenciado van de los seis meses a los 23 años de prisión.
Artículo publicado el 28 de julio de 2019 en la edición 861 del semanario Ríodoce.