La operación para desmantelar a la facción operada por Joaquín Guzmán Loera el Chapo, y por sus hijos continuó con otro golpe, luego que el lunes de la semana pasada elementos de la policía federal arrestaran a uno de los principales operadores financieros de Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
No siendo suficiente, fiscales del Departamento de Justicia emitieron una moción al juez Brian M. Cogan para decomisar por todos los medios posibles 12 mil 666 millones de dólares a Guzmán Loera, mediante bienes inmuebles, autos, o dinero en efectivo que esté en propiedad del capo o sus familiares, según se explica en el documento 1:09-cr-00466-BMC-RLM, firmado el pasado 5 de julio.
“Una vez que se determina la culpabilidad de un acusado, la corte debe decidir qué propiedades están sujetas a embargarse, para saber si tienen algún tipo de nexo con el acusado.
La determinación de la corte debe estar basada en evidencia o información confidencial emitida por los fiscales y la corte debe fundamentarla y que sea confiable”, establece el documento, del cual Ríodoce tiene una copia.
Estas dos acciones evidencian la determinación del gobierno de Estados Unidos de no sólo ir por los bienes inmuebles que los fiscales ya tienen tiempo investigando a través de informantes y testigos protegidos, sino que además pretenden ir tras las estructuras que hoy manejan los hijos del Chapo, así como por sus principales operadores.
“Los quieren cazar y no sé para qué. El Tío en primer lugar no tiene ese dinero. Es ridículo pensar que alguien tiene tanto dinero, ni en propiedades, ni en dinero, ni en carros, y pues yo pienso que la meta del gobierno es acabar con ellos”, dijo un familiar de Guzmán Loera a quien Ríodoce tuvo acceso.
Apenas el lunes pasado, durante un operativo silencioso, Sergio Miguel Vega Mendoza el Látigo, había sido arrestado cuando llegaba al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, donde se cree tomaría un avión comercial con destino a Culiacán.
“Ese amigo tenía tiempo trabajando con la familia, primero con el Tío (Chapo), y luego con los hijos, y era una persona bien tranquila oiga, y eso es producto de la cacería que el gobierno tiene contra los Guzmán”, observó el familiar, que solicitó no se revelara su identidad.
De acuerdo a medios internacionales, el Látigo es requerido por el gobierno de Estados Unidos por delitos contra la salud y lavado de dinero, por lo que fue trasladado de inmediato a la cárcel del Altiplano, en el Estado de México.
Según trascendió, el Látigo ha colaborado por más de 20 años para el Cártel de Sinaloa, y contaba con su propio sistema de logística para traficar cocaína de Colombia y Perú hasta México. De acuerdo a indagatorias del gobierno estadunidense, primero trabajó para Joaquín Guzmán, pero tras el arresto del capo se pasó a lado de los hijos.
Según publicó el semanario Zeta, entre las tareas que Vega Mendoza tenía a su cargo destacaban vigilar las casas de seguridad de la facción de los Guzmán, además la compra de vehículos deportivos de lujo, como Lamborghini, Ferrari y Mercedes Benz, entre otros.
Su detención se derivó de un trabajo en conjunto entre la Policía Federal con la Interpol y el FBI, para así cumplir una orden de aprehensión con fines de extradición a Estados Unidos a una corte federal del Distrito de Columbia, donde enfrenta acusaciones de delincuencia organizada, lavado de dinero y asociación delictuosa.
La detención del Látigo, de 47 años, lo mismo que la moción presentada por la fiscalía para decomisar 12 mil 666 millones de dólares al Chapo, son sólo dos de las últimas acciones para desmantelar la facción de los Guzmán, que actualmente es controlada por los hijos y por el hermano del capo sinaloense.
Artículo publicado el 7 de julio de 2019 en la edición 858 del semanario Ríodoce.
