El jueves 30 de mayo el presidente estadounidense Donald Trump cumplió una amenaza que se veía venir: imponer aranceles a todas las importaciones de productos provenientes de México, como respuesta a lo que llamó falta de actuación del gobierno mexicano para frenar el paso de migrantes que buscan conseguir el llamado “sueño americano”.

A través de Twitter, Trump dio a conocer que los productos provenientes de México y que busquen ingresar a su país deberán pagar un arancel de 5 por ciento a partir del próximo 10 de junio, impuesto que se podría incrementar hasta un 25 por ciento, si México no detiene el flujo de migrantes indocumentados hacia su país.

“La tarifa aumentará gradualmente hasta que se solucione el problema de la migración ilegal”, advirtió el mandatario.

En un comunicado casi simultáneo, la Casa Blanca confirmó la noticia de Trump: “La eliminación de aranceles sólo ocurrirá si se reduce la migración ilegal a través de acciones efectivas’ emprendidas por el gobierno mexicano y las cuales se determinarán a nuestra exclusiva discreción y criterio”.

Dicho incremento explicó significará que los empresarios que busquen exportar sus productos hacia Estados Unidos deberán pagar un arancel del 10 por ciento a partir del 1 de junio, de 15 por ciento el 1 de agosto; 20 por ciento a partir del 1 de septiembre y 25 por ciento a partir del 1 de octubre, este último porcentaje se mantendrá hasta que México detenga la migración de indocumentados.

En el comunicado también anunció que las compañías que se encuentran en México y que se muden a los Estados Unidos no pagarán las tarifas ni se verán afectadas de ninguna manera.

“Estados Unidos ha sido muy bueno con México por muchos años. Ahora estamos pidiendo que México haga su parte justa de inmediato para detener el uso de su territorio como un conducto para la migración ilegal en nuestro país”, añadió.

Tres horas después del anuncio de Trump, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a su homólogo estadounidense a través de una carta difundida en redes sociales, acompañada de la frase “Al presidente Donald Trump en son de paz”.

“No quiero la confrontación”, inicia el texto de López Obrador, “Los pueblos y las naciones que representamos merecen que, ante cualquier conflicto en nuestras relaciones, por graves que sean, se recurra al diálogo y actuemos con prudencia y responsabilidad”.

“Con todo respeto aunque tiene el derecho soberano de expresarlo, el lema de ‘Estados Unidos primero’ es una falacia porque hasta el fin de los tiempos, incluso, por encima de las fronteras nacionales, prevalecerán la justicia y la fraternidad universales.

“Le propongo profundizar en el diálogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio y, por favor, recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato sino que actúo por principios.

“No creo en la Ley del Talión, en el ‘diente por diente’ ni en el ‘ojo por ojo’ porque si, a esas vamos, todos nos quedaríamos chimuelos o tuertos. Creo que los hombres de Estado y aún más los de la Nación, estamos obligados a buscar soluciones pacíficas a las controversias y a llevar a la práctica, por siempre, el bello ideal de la no-violencia.

“Le propongo que instruya a sus funcionarios, si para ello no tiene inconveniente, que atiendan a representantes de nuestro gobierno”, demandó.

La delegación mexicana encabezada por el canciller Marcelo Ebrard dijo que viajaría el pasado viernes a Washington para buscar acuerdos y dar marcha atrás a la imposición de los aranceles.

La carta conciliadora de López Obrador tuvo respuesta de forma indirecta la mañana del viernes 31 de mayo. Trump utilizó nuevamente Twitter para confirmar su postura.

“México se ha aprovechado de Estados Unidos desde hace décadas. Debido a los demócratas las leyes de inmigración son malas. México ha hecho una fortuna de los Estados Unidos por décadas, pueden solucionar este problema fácilmente. ¡Es hora de que finalmente hagan lo que se debe hacer!”, twiteó.

En un segundo mensaje señaló: “Con el fin de no pagar las tarifas, si empiezan a aumentar, las empresas dejarán México, que ha tomado el 30 por ciento de nuestra industria automovilística, y volver a casa a los EU. México debe recuperar su país de los señores de la droga y los cárteles. La tarifa consiste en detener las drogas y a los ilegales!”.

En la conferencia mañanera del mismo viernes, AMLO dijo que “México no merece dicho trato” y que se siente confiado en que EU “rectificará”.

“Les digo a todos los mexicanos que tengan confianza, que vamos a superar esta actitud del Gobierno de Estados Unidos y que van ellos a rectificar, porque México no merece un trato como el que se quiere aplicar”, señaló el mandatario desde el Palacio Nacional.

Analistas señalaron en diversos medios que la medida anunciada por el gobierno estadounidense es una violación a los acuerdos del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) y otros consideran que es política con miras a las elecciones presidenciales en EU.

Juan Manuel Patlán, director de finanzas de Coru.com, dijo a El Universal que el escenario inmediato es que los productores mexicanos tendrán más dificultad para vender sus productos, dado el incremento del arancel que el importador tendrá que pagar; por lo tanto hará que se detengan y/o disminuyan las exportaciones.

Añadió que en un escenario de corto plazo, los consumidores norteamericanos además tendrán que pagar más por consumir los productos importados desde México, y casi al mismo tiempo el consumidor mexicano verá afectado su poder adquisitivo derivado del incremento en el costo de los productos elaborados que se importan desde Estados Unidos y que contienen materias primas de origen mexicano.

Artículo publicado el 2 de junio de 2019 en la edición 853 del semanario Ríodoce.