De no llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos por la imposición del arancel de 17.5 por ciento a las importaciones de tomate, México debería responder con aranceles para importaciones estadounidenses como la carne o productos lácteos, expuso el gobernador de Querétaro —y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Francisco Domínguez Servién.
A partir del 7 de mayo, el Departamento de Comercio de Estados Unidos eliminó la aplicación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate, por lo que desde ese día los exportadores nacionales deben erogar derechos compensatorios provisionales de 17.5 por ciento, que deben cubrirse como garantía para exportar, informó El Economista.
Domínguez Servién destacó que hay un plazo de 45 días para lograr un acuerdo. De lo contrario, instó a que el gobierno mexicano responda con gravar importaciones estadounidenses que ingresan a México.
“Recibimos a una asociación nacional de tomate, le dieron un golpe durísimo, mortal, grabando 17.5 pro ciento de arancel a tomate mexicano”, declaró.
Los medianos y pequeños productores son los más vulnerables ante esta medida. Por el contrario, los grandes exportadores tienen la capacidad para enfrentar por cierto tiempo esta imposición.
“Esta es una postura levantada por el senador (Marco) Rubio para su reelección como senador, no está pensado en los productores. Los grandes productores, los fuertemente tecnificados, podrían aguantar unos cuantos meses este 17.5 por ciento de arancel, pero los medios y los pequeños van a morir y aportan 400 mil empleos a México.
“Por supuesto que vamos a estar en esta parte. Tendríamos que sumar en este tema a otros estados productores de tomate como Sonora, Sinaloa, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y Baja California, meterlos con todo este tema”, pronunció.
Productores en riesgo.
Por otro lado, Eduardo Orihuela Estefan, presidente de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales, (CNPR), afirmó que es indispensable que el gobierno mexicano intensifique las negociaciones, a través de la Secretaría de Comercio, de Agricultura y Desarrollo Rural, y de Relaciones Exteriores con su contraparte de EU, para llegar a un nuevo entendimiento comercial que permita mantener el comercio del tomate en las mejores condiciones.
Tras el cese del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate, el impacto por la imposición de arancel trae efectos negativos que pegan no sólo en el comercio, sino que pueden extenderse al empleo en donde se encuentran 1.4 millones de personas laborando, sostuvo.
Aun cuando el esquema del comercio de tomate está fuera del T-MEC, es claro que “Florida no es capaz de alcanzar índices de producción y productividad, calidad y sanidad para surtir al resto de la demanda que plantean muchos estados de la Unión Americana”, concluyó.
