La cifra de muertos por el sabotaje y explosión provocada por “Huachicoleros” en el ducto de Pemex (Tuxpa-Tula), en Tlahuelilpan, Hidalgo, aumentó ayer a 73, según el reporte de las cinco de la tarde de este sábado. Además, el número de heridos llegó a 80. De ellos, 77 son hombres y tres mujeres. Entre las víctimas hay siete menores de 18 años y un niño de 12 años.

En conferencia de prensa en Palacio Nacional, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de seguridad, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, informó que el saldo es bastante triste e Hidalgo está de luto. Aseguró que en este momento muchas personas se debaten entre la vida y la muerte en hospitales de Hidalgo, Estado de México y la capital del país. De las nuevas víctimas cinco han fallecido en hospitales.

Hizo un balance de los hechos y dijo que alrededor de las 16:50 horas del viernes, el personal de Pemex anunció a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que habían detectado una perforación ilegal en el ducto Tuxpan-Tula a la altura del poblado Tlahuelilpan. Después de las 17:00 horas se posicionó en lugar personal militar para atender el llamado de Petróleos Mexicanos, debido a la contingencia. En ese momento 25 elementos intentaron persuadir a los pobladores y acordonaron el lugar, pero la presión de la gasolina aumentó y liberó combustible en grandes proporciones. Esto provocó que se acercara un gran contingente de ciudadanos. “Se habla de cientos”, dijo el gobernador.

Agregó que “los integrantes de las Fuerzas Armadas trataron de impedir, de disuadir y pidieron a los pobladores que se retiraran ante el inminente peligro. Sin embargo, la población desatendió la orden. Por el contrario, siguieron llegando pobladores con recipientes para hacerse de gasolina.

Ante la gravedad de los sucesos, acudieron al punto del siniestro el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño; los titulares de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González y, Marina, José Rafael Ojeda Durán, el director de Pemex Octavio Romero y el propio gobernador Fayad Meneses, para coordinar las acciones del gobierno local.

El gobernado ofreció total solidaridad a las víctimas y sus familias. Dio las condolencias y dijo que la mejor forma de respetar y honrar la memoria de los fallecidos es a través de la verdad, como lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El gobernador Fayad agradeció al presidente de México y su gabinete el haber estado coordinando los trabajos en este momento que, dijo es de apoyo y solidaridad.

JOVENES LA MAYORT PARTE DE VICTIMAS

El Secretario de Salud, Jorge Alcocer, por la tarde en conferencia de prensa, informó que de los 80 lesionados 49 son jóvenes de entre 15 a 34 años. Dijo que todos los heridos reciben atención de primer nivel y no se carece de medicamentos e insumos. Se les atiende como en cualquier parte del mundo.

Aclaró que de los 80 lesionados que llegaron a hospitales, siete no evolucionaron y murieron, mientras que de este mismo grupo 26 continúan muy graves o en estado crítico.

NUEVO VICTIMAS YA FUERON ENTREGADAS

El procurador de Hidalgo, Raúl Arrollo, informo que el a zona de la explosión se encontraron 6 cuerpos completos y 57 restos de personas. Además, nueve ya fueron identificadas y entregadas a sus familiares, lo que no se ha podido hacer con 54 más por la degradación del tejido.

El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, reveló que previo la explosión del ducto Tuxpan-Tula que ha dejado hasta hoy 73 muertos y 80 heridos, los pobladores dedicados a la “ordena” en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, atacaron diez veces en tres meses.

El penúltimo sabotaje y robo de combustible ocurrió el pasado 18 de diciembre y también hubo un incendio que pudo ser controlado por personal especializado de Pemex después de 12 horas de labores. En esta ocasión, por fortuna, no hubo víctimas.

En conferencia de prensa, el ingeniero Romero Oropeza, declaró que los ataques a los ductos de Pemex en este municipio se han registrado en diferentes puntos, pues mucha gente en la zona se ha enrolado en la actividad ilícita.

Explicó que este ducto Tuxpan-Tula estaba suspendido desde el 23 de septiembre y el proceso de empaque se inició el 16 de enero a las 17:00 horas.

Comentó que en cuatro ocasiones se detuvo antes de los hechos y, normalmente, transporta 70 mil barriles con presión de 20 kilogramos.

Al enterarse que ya fluía combustible, los Huachicoleros volvieron a las acciones de sabotaje, cuando Pemex hacia labores de empacado (llenado) con gasolina Premium y un componente de alto octanaje llamado MTV.

Romero Oropeza, indicó que el viernes por la tarde cuando conocieron del ataque en el ducto Tuxpan-Tula y lo identificaron como Toma Clandestina TCNH km 290-667 (Km 224+000) asnm 2,067, cerraron la válvula localizada en el punto la VS Juandho km 289+221 asnm 2, 043.

Entre esta válvula y la Refinaría de Tula (13 kilómetros de distancia) quedó la toma clandestina, pero había una carga en el ducto de 10 mil barriles de gasolina.

La presión que maneja el ducto cuando se transportan hasta 70 mil barriles diarios es de 20 kilogramos, pero con la alerta y cierre se redujo a 5-6 kilogramos, presión suficiente para que los chorros de gasolina en el orificio que hicieron los Huachicoleros alcanzaran una altura de hasta siete metros.

Por ello, dijo, ante el mínimo elemento de fricción o fuego, se corría el peligro de explosión. Además, controlarlos era difícil porque se trabajaba contra 10 mil barriles de gasolina.

Por fortuna, los técnicos de Pemex y Protección Civil hicieron un Plan de Ataque que al primer intento de contención controlaron la fuga y evitaron mayores daños.

El titular de Pemex dijo que este ducto es muy importante porque surte a la refinería de Tula con gasolina o con compontes. Tula a su vez, envía producto a Salamanca y de ahí se distribuye a Guadalajara, Morelia, León e Irapuato.