Nuevo secretario de Seguridad acusado de espía; él se dice limpio

FERMÍN HERNÁNDEZ. ‘No operé el programa Pegasus’.

El nuevo secretario de Seguridad Pública del Estado, Inocente Fermín Hernández Montealegre, se dice limpio sin nada que esconder y niega ser espía.

El General Brigadier fue señalado de ser una de las seis personas que operó el programa Pegasus para espiar a periodistas y activistas cuando fue titular del Centro de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia de la Procuraduría General de la República (PGR).

El martes pasado, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel lo nombró secretario de Seguridad Pública, en sustitución de Genaro Robles Casillas.

El programa Pegasus, adquirido por el Gobierno Federal, es un sofware malicioso que envía mensajes de texto a los celulares para infectar el teléfono y recabar información y puede llegar a espiar usando la cámara y el micrófono del teléfono.

De acuerdo con información difundida por Aristegui Noticias, cuando Hernández Montealegre fue titular del Cenapi fue el periodo en el que más se enviaron mensajes con enlaces maliciosos para intervenir los teléfonos.

En total fueron 43 mensajes enviados a periodistas de la Organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, al Instituto Mexicano para la Competitividad, a la periodista Carmen Aristegui y a su hijo Emilio, a Carlos Loret de Mola y al Centro de Derechos Humanos “Agustín Pro Juárez”.

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Pero Hernández Montealegre lo niega y asegura que el no es espía y no viene a Sinaloa a espiar.

El nuevo secretario de Seguridad reconoció que él firmó un acta en la que recibe el programa, pero que él no lo operó y tampoco sabe quién lo hizo.

—¿Cuando usted estuvo en el Cenapi operó Pegasus?

—Yo no lo operé.

—¿El Cenapi?

—Tampoco el Cenapi.

—Hay un acta en la que le trasfieren de la oficina de Arely Gómez a usted como titular del Cenapi la operación del programa.

—Existe un acta en la cual se transfiere, pero es un acta de transferencia administrativa, no es transferencia ‘aquí te entrego el equipo y tú lo vas a operar’, eso no lo dice. Una transferencia administrativa es que yo lo tengo en el Cenapi, pero la operación no está a mi cargo porque yo no tengo la gente capacitada.

—Entonces firma un acta en la que recibe Pegasus…

—Sí.

—¿Qué área lo opera, si no es usted?, ¿firma de recibido y recibe algo que no va a operar y no sabe quién operó?

—Es administrativo y no precisamente estamos obligados a saber quién lo va operar, simplemente es un cargo, recibo administrativamente pero yo no sé quién lo opera. Las investigaciones van a resultar quién va ser, todo está enmarcado, hay un marco jurídico, si alguien es responsable de su operación en su momento lo sabrán, yo sé que hay dudas, dudas de lo que estoy diciendo pero no estuviera yo aquí señores si yo tuviera un cargo de conciencia como el que me mencionan, pueden estar tranquilos periodistas, activistas, yo no tengo, yo no vengo a operar ninguna sistema de inteligencia intrusiva de ningún tipo, vengo a coadyuvar con la seguridad de aquí de Sinaloa.

—¿Para qué adquirieron el equipo?

—Las instituciones dedicadas a obtener, a generar inteligencia pueden usar mucho la herramienta, si lo adquirieron es porque la ley se los permite, el marco legal les permite obtener diversas herramientas para obtener esas cosas. El empleo adecuado que se le dé ya no queda bajo mi responsabilidad, yo lo que estoy defendiendo es que yo no operé ese equipo, que está un acta de transferencia, fue un acta de transferencia administrativa, eso es.

El Cenapi, indicó, es una dependencia de la PGR que se encarga de acopiar los datos que generan las instituciones federales y las consolida y da estadísticas y para realizar ese trabajo necesita herramientas que van a la vanguardia.

Señaló que dentro del marco legal las instituciones dedicadas a obtener información tienen restricciones para adquirir y para operar ese tipo de equipos, pero lo pueden hacer siempre que esté en el marco legal y con autorización judicial.

El nuevo encargado de la seguridad en el estado reiteró que nunca operó el programa y que no es espía.

“Si yo hubiera espiado como dicen ahí, yo no estuviera en cargos públicos, yo me anduviera escondiendo y aquí estoy, tengo entendido que hay un seguimiento hasta el nivel Congreso, se conformó un grupo de Diputados o de Senadores para darle seguimiento a este caso y aquí estoy dando la cara, no tengo ningún temor del resultado de esa investigación.

“Yo no he espiado a nadie, que fui el que por mi cargo tuve que haber firmado el acta, y ni de adquisición, porque ese equipo se adquirió muchos años antes de que yo llegara, se hicieron adecuaciones al equipo y tuve que firmar contratos y ese es mi gran pecado, haber firmado contratos”, indicó.

Hernández Montealegre señaló que en el país cuando se habla de trabajo de inteligencia se relaciona con espionaje.

“El hecho de decir la palabra inteligencia a veces la malinterpretamos por espionaje, automáticamente dicen vamos a hacer inteligencia, ¡ah va espiar!, no es cierto, todos los ejércitos del mundo en todas las policías del mundo realizan inteligencia que no es otra cosa que acopiar datos duros, analizarlos o meterlos a un proceso de inteligencia para obtener un producto y ese producto se llama inteligencia y puede ser operativo o puede ser como un diseño de una política publica”.

Hernández Montealegre fue jefe de área de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, agregado militar en la Embajada de México en Perú, titular del Cenapi, representante de la Sedena en visitas oficiales a Panamá, Guatemala, Perú, Colombia, Estados Unidos e Irak.

Dijo que viene a Sinaloa a reducir los índices delictivos, fortalecer todas las áreas de la Secretaría de Seguridad Pública y trabajar en una mayor coordinación con todos los niveles de gobierno.

Aseguró que multiplicará las acciones en beneficio de la seguridad de los sinaloenses mediante un trabajo coordinado, tomando como base el Plan de Desarrollo de Gobierno del Estado.

El próximo mes, adelantó, llegarán a la entidad 3 mil elementos de la Policía Militar que se albergarán en la base El Sauz, de los cuales alrededor de 800 apoyarán en las labores de vigilancia.

Artículo publicado el 22 de julio de 2018 en la edición 808 del semanario Ríodoce.

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