Croacia venció 2-1 a un Islandia que lo puso en aprietos apelando a la fortaleza vikinga.

Arena Rostov del Don – El último suspiro del espíritu vikingo. Islandia llegó a Rostov con el pronóstico en contra de Croacia, que ha sorprendido con su juego ofensivo e inteligente. Apelando a las manifestaciones culturales que conforman la sociedad islandesa, el conjunto de Hallgrimsson Heimeir enamoró a Rusia 2018 y su despedida no podía ser menos que esa fortaleza.

A los europeos les costó el 2-1, no fue fácil, se vieron dominados y por momentos con el nudo en la garganta ante las constantes oportunidades. Milan Badelj e Ivan Perisic reivindicaron a Croacia y le dieron la etiqueta de invicto al cuadro Dalic Zlatko.

La propuesta fue impuesta por Islandia. Un robo de balón por parte de Alfred Finnbogasson fue la primera de peligro. El jugador le arrebata el esférico a la desenfa croata que buscaba la salida, una pared con Gylfi Sigurdsson le sirvió para finalizarr el intento en un potente disparo que rozó el poste de Lovre Kalinic y asustó a los croatas.

Así fue la sintonía de los primeros 30 minutos, sin duda Islandia se postró en el campo con un juego inteligente de ataque que le otorgó la capa de héroe al arquero croata.

En la recta final del primer tiempo, Kalinic se lució con una doble ataja; primero con las manos y en un segundo remate estiró la pierna para evitar con el pie izquierdo la que podría ser la primera anotación del partido.

La insistencia de Islandia no paró pese a que eran pocos los segundos para ir al descanso. Aron Gunnarsson encontró la pelota en el área, se perfiló y disparó directo al ángulo superior derecho del arco croata, pero una vez más el portero apareció para salvar a los suyos.

Tras una charla técnica y los ánimos renovados, Croacia e Islandia saltaron de nuevo a la cancha. Ahora los croatas mostraron la premisa del gol. Mialn Badelj mandó el balón con fuerza hacia la meta de Hannes Halldorsson, su intento se estrelló en el travesaño.

Eso fue solo el aviso, Milan saboreó su gol y lo cumplió. Minuto 52 en el reloj y justo en el manchón penal el jugador encontró el esférico y remató picado para vencer a Halldorsson con el 1-0 que se celebró de manera simultánea con el empate conseguido por Nigeria ante Argentina a poco más de mil 700 kilómetros, de Rostov a San Petersburgo.

La actitud de Islandia, fiel al espíritu vikingo, emprendió la búsqueda del gol para empatar, la acción que les diera más vida y la encontraron. La presión no cesó, Sigurdsson por derecha centró y en la defensa croata apareció el recién entrado al campo, Dejan Lovren con una mano. Sin dudar, Mateu Antonio señaló el penal.

Gylfi tomó la pelota, se pocisionó y el gol apareció en el marcador para extender la vida de los islandeses con el 1-1 al 76′. El resto del tiempo fue un constante ir y venir, la desesperación momentánea de Croacia rindió frutos con el 2-1 gracias a Perisic, quien reacomodó la situación y así la victoria pronosticada fue firmada para despedir a Islandia en su primera Copa del Mundo.