“Todo está listo para que en Semana Santa concluya la rehabilitación del malecón de Mazatlán”, es la sentencia que los funcionarios repiten.
Aunque la obra de 350 millones de pesos ya presenta encharcamientos en varios de sus tramos. Ni las supervisiones de los alcaldes con licencia y provisional, Fernando Pucheta y Joel Bouciéguez respectivamente, ni la del gobernador Quirino Ordaz Coppel, han servido para levantar la calidad de la obra.
Bastaron unas lloviznas antes y después de los días de Carnaval (del 8 al 14 de febrero) para que en la amplia área peatonal y ciclovía se estancara el agua.
Durante la penúltima semana de febrero se observó a los trabajadores romper el adoquín en zonas ya concluidas que abarcan unos 3 kilómetros. Cuestionados al respecto, indicaron que debieron hacerlo porque serán colocados accesorios.
Osvaldo López Angulo, secretario de Obras Públicas, declaró que la primera etapa ya estaba concluida y que todavía se estaba a tiempo de hacer las correcciones necesarias para que “todo quede como debe de ser”.
“Vamos a estar muy al pendiente de todos los detalles y no se debe de recibir si no está totalmente con los detalles corregidos”, aseguró.
El funcionario estimó que será en los últimos días de febrero y 5 de marzo que se haga la revisión de la obra para estar en condiciones de que la obra se entregue entre el 15 y 20 de marzo.
Osvaldo López dijo que el avance de la obra en general es de poco más del 90 por ciento y que los permisos ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) están en regla.
Aseguró que no sólo se está trabajando con el resolutivo del 2004, todavía vigente, sino que se autorizó también la construcción de las escalinatas que dan a la playa y que el primer proyecto no las contemplaba.
Sostuvo que personal de Obras Públicas del Estado dan seguimiento al avance de la obra, y que en coordinación con el Ayuntamiento están llevando a cabo pruebas de laboratorio correspondientes.
Mientras la fecha de entrega llega, los retrocesos continúan y el adoquín es levantado junto con el cemento para colocar bancas y velarias.
Artículo publicado el 25 de febrero de 2018 en la edición 787 del semanario Ríodoce.
