El cuadro sinaloense volvió a ganar en casa después de casi cuatro meses. Su última victoria había sido el 7 de noviembre de 2015, curiosamente ante otro club tapatío, las Chivas, éste también por 2-1, correspondiente a la fecha 16 del Apertura.
Este triunfo le viene a dar un gran respiro a Dorados, que bien, está muy complicado mantener la categoría, pero éste podría ser el inicio de un buen cierre.
Desde que llegó José Guadalupe Cruz, el equipo mejoró, sobre todo porque realizó algunas modificaciones en su cuadro titular, el cual ha venido de menos a más, tomando en cuenta, que tomó a un equipo ya armado.
Pero aún así, el Profe, ha sabido manejar la situación, y aunque en sus dos primeras fechas al mando de Dorados, sufrió derrotas, el equipo ha mostrado otra cara.
El encuentro inició manejando el balón ambos equipos en lapsos, pero fue el cuadro local quien generó la primera llegada de peligro al 11.
Freddy Martín recibió pase al hueco de Milton Caraglio y al entrar al área por izquierda, mandó centro al corazón del área, donde cerraba Martín Zúñiga, pero el zaguero Walter Kannemann rechazó de cabeza.
Al 25, los tapatíos estuvieron cerca de abrir el marcador, cuando Jefferson Duque entró al área y cuando se perfilaba de derecha ante la salida de Luis Michel, llegó Carlos Pinto para desviar el balón a tiro de esquina.
Al 29, vibraría el estadio Banorte, con el gol de Dorados, por la vía del penal cobrado por Caraglio.
El árbitro central José Alfredo Peñaloza marcó un empujón dentro del área de Kannemann sobre el mismo argentino, tras una jugada a balón parado por izquierda.
Con ese marcador se fueron al descanso.
Para la parte complementaria, no pasaban ni 3 minutos, cuando el Atlas empató el juego en una pésima marca defensiva.
Después de una triangulación, Gonzalo Bergessio entró al área, se quitó fácilmente a un defensor de media vuelta para quedar de frente ante Michel, y sólo tocó de derecha para enviar el balón a las redes.
Esta anotación cayó como balde de agua fría a los más de 10 aficionados presentes en el estadio Banorte, pero pese a la anotación, Dorados siguió luchando y por algunos minutos se adueñó del balón
Con el balón en su poder, al 60, vino el segundo tanto del Gran Pez, que al final marcaría la diferencia.
Héctor Velázquez mandó centro por la derecha al manchón penal que la zaga rechazó, pero el balón le quedó a Jairo González, quien disparó de izquierda que terminó estrellándose en la defensiva, y le volvió a quedar el balón, y con la de palo (derecha), sacó fogonazo que terminó venciendo al arquero.
Tras el gol, el Profe Cruz realizó algunos cambios, para mantener la ventaja, lo que aprovechó el Atlas para apoderarse el balón, y generaron varias llegadas de peligro, pero sin éxito, y la más clara fue al 83, cuando Dieter Villalpando estrelló su disparo en el travesaño.
