Una de las principales preocupaciones de los gobernantes que se van es qué podrían hacer con ellos los que llegan en su lugar. Es común que cuando un gobernador sale, deje o trate de dejar como líder en el Congreso del Estado a un hombre (o mujer) de sus confianzas para que le cuide la espalda sobre todo a la hora de que sean revisadas las cuentas públicas. Jesús Aguilar, por ejemplo, dejó a Cenovio Ruiz y éste cumplió a cabalidad su papel de proteger la retirada de su jefe político bajo un gobierno que amenazaba con meter a la cárcel a tirios y troyanos bajo la advertencia de que se castigaría la corrupción. La sangre nunca llegó al río porque el Chino negoció muy bien el peso del PRI en el Congreso para, a cambio de impunidad, apoyar a Malova en endeudamientos descomunales y leyes como las que permiten ahora obra pública a través de las Asociaciones Público-Privadas, solo por poner dos ejemplos.
A principios de este mes el gobernador aventuró la posibilidad de que la nueva ley electoral de Sinaloa —que en una de sus partes se diseñó para homologar los comicios locales con los federales— fuera reformada para que alcaldes y diputados que serán electos en 2016, estuvieran en el cargo cuatro años diez meses, en lugar de un año diez meses, como quedó dispuesto.
No fue una ocurrencia la del gobernador, ni lo motivó el hecho de que, en tan corto periodo, los alcaldes no alcanzarán a sentarse en la silla cuando ya se estarán despidiendo, sin realizar las obras que se requieren. En realidad la sugerencia tenía mar de fondo, y es que las cuentas públicas del segundo semestre del último año del Gobierno del Estado (y las de los municipios) se revisarían por la nueva legislatura, pero hay todavía la opción de que puedan ser revisadas de nuevo y sancionadas si fuese el caso. La Ley federal de la materia así lo establece y aunque en Sinaloa no se ha querido armonizar la ley local, la posibilidad de que las cuentas se puedan volver a revisar una vez aprobadas está latente. También que, una vez aprobadas, puedan interponerse denuncias penales si así se considera necesario.
Por eso el interés del gobernador de ampliar el plazo de los nuevos diputados, porque seguramente en la próxima legislatura tendrá a varios diputados de su lado, lo cual no puede asegurar cuando la próxima elección, la de 2018, se haga bajo otro gobierno. Así, con la “puntada” de modificar la Ley electoral, aunque constitucionalmente era imposible, quería prolongar su poder, a través del Legislativo, hasta 2021. Y eso que es de Cubirí de la Loma.
¿Por qué el interés de ir más allá? Porque en el tercer piso no se descarta que el candidato del PRI por la gubernatura sea Jesús Vizcarra Calderón y el solo hecho de pensarlo ya les causa chorrillo a más de cuatro. Muchos de los actuales funcionarios piensan que si el empresario llega al lugar donde están ellos ahora, tomará represalias, aunque los más sensatos afirman que los políticos nunca llegan a esos extremos. Pero la duda queda y, por lo pronto, produce malestares estomacales.
Y no solo en el tercer piso hay nerviosismo. También en políticos que hace cinco años fueron determinantes en el triunfo de López Valdez. Hace dos semanas fue “destapado” el ex secretario de Administración, Óscar Lara Aréchiga y más tardó en hablarse de las “posibilidades” que tendría, que Juan Millán Lizárraga en decir, divulgar y enviar mensajes en el sentido de que no podía haber mejor “tercero en discordia”, pues podía evitar un nuevo descalabro en el priismo. Es decir, cualquiera menos Vizcarra. Lo que Millán parece no haber advertido es que Lara Aréchiga fue puesto en el piso como cáscara de plátano para ver quién se resbalaba.
Bola y cadena
ES VERDAD QUE EL SENADOR AARÓN IRÍZAR LÓPEZ aparece siempre en el segundo lugar de las encuestas por la gubernatura, siempre debajo de Vizcarra Calderón y por eso se ha alimentado al especulación de que si no es el empresario, le tocaría como de rebote. Lo que en el CEN del PRI se dice ya es que, si bien está posicionado, no ha crecido en los últimos meses según las mediciones hechas. Y que eso puede afectarle a la hora de analizar las opciones. ¿Anda desesperado el senador? Es posible que sí, de otro modo no se hubiera adelantado como lo hizo, al anunciar sus aspiraciones de manera formal en una rueda de prensa. Lo cual, por cierto, fue nota de un día, sin mayor trascendencia.
Sentido contrario
“OIGA PROCURADORA, NO VAYAN A MATAR AL CHAPO”, le dijo un alto funcionario de la PGR a su titular, Arely Gómez, al advertirle que la cacería emprendida contra el capo sinaloense no estaba precisamente en manos de la dependencia. Se armó una mesa para tales efectos, donde está la Marina, la Defensa, el Cisen, la Seido y la SEGOB, toda ella asesorada y guiada por las agencias gringas. ¿Quién asegura, entonces, que si lo tienen a modo lo atraparán vivo? Nadie. Son muchos los intereses en juego. Y es seguro que debajo de esa mesa se está librando otra guerra. Y no precisamente a patadas.
Humo negro
LO COMENTAMOS EN LA REDACCIÓN ¿Para qué mandan a Miguel España Rodríguez al Rosario, como director de Seguridad Pública Municipal? ¿Para que lo maten? Ahora, después del atentado que sufrió, nos preguntamos ¿Y de quién fue la idea? España, como sabemos, trabajó muchos años como jefe de la Policía en Guasave y no pudo estar tanto tiempo sin adquirir compromisos con quien ahí domina la plaza, es decir, con Isidro Meza Flores, el Chapo Isidro. Como el que está en Culiacán responde a los intereses del Mayo Zambada y del Chapo Guzmán. Era elemental, entonces, que al llegar a Rosario, lo recibirían como lo han hecho. ¿Fue idea suya, general Melo? ¿O de Chuytoño?
