En días pasados encabezados por autoridades del municipio, CODESIN Zona Sur y otras personalidades relacionadas con el sector turístico, anunciaron la creación de la oficina de Congresos y Convenciones de Mazatlán (OCC), organismo que vendría a potenciar el número de eventos y visitantes a diferencia de los que hoy se reciben.

Sin embargo, para ello es indispensable que de inicio se contemple una entidad con alcances más ambiciosos, por lo que se le debe agregar la responsabilidad de generar más visitantes en general ya sean estos nacionales o extranjeros.

Actualmente, el Comité Técnico del Fideicomiso de Administración del Impuesto al Hospedaje es el responsable de elaborar y ejecutar las campañas de promoción turística en general. Quienes toman las decisiones de la aplicación de los recursos de dicho impuesto, son en su totalidad miembros del sector hotelero y sus decisiones sean estas correctas o no, son validadas por miembros de la Secretaría De Administración y Finanzas en representación  del Gobierno de Sinaloa, lo que por sí mismo representa un conflicto de intereses.

El sector gobierno por un lado, privilegia en muchos de los casos la REDITUABILIDAD política y no la social. Por su parte el sector hotelero, se es juez y parte pues en las actas referentes a la aplicación de dicho impuesto, solo se mencionan indicadores de gestión y no indicadores de éxito. Estos últimos, deben ser determinados por los sectores relacionados con el turismo en general y no solo bajo la óptica del hospedaje. En ambos casos, la SECTUR a través del Centro de Usos Múltiples y los hoteles con sus salones de eventos y el control de los recursos de promoción representan una competencia desigual con el Mazatlán Internacional Center (Centro de Convenciones).

En virtud de lo anterior, es urgente que el organismo de nueva creación sea una Oficina de Congresos, Convenciones y Visitantes perfilado a todos los segmentos relacionados con el turismo.

Algunos de los elementos que no le ha permitido despegar a Mazatlán de una forma más acelerada como destino de Grupos y Convenciones acorde al Centro de Convenciones que hoy tenemos son, entre otros, la falta de hoteles y cuartos nuevos de categoría Business Class, Cinco Estrellas y de Gran Turismo. Hoy de los denominados Cinco Estrellas no cuentan con servicio de Internet y televisiones de plasma en los cuartos, y los convencionistas se quejan de ello. Así mismo, no hay una conectividad aérea conveniente y solo el 12.1 por ciento del pasaje se traduce en ocupación hotelera lo que indica insuficiencia de asientos de avión disponibles para grupos y convenciones ya que estos son ocupados en su mayoría por pasajeros locales y regionales.

Mención aparte merece la aplicación del recurso de promoción aplicado a este segmento. A fines de 2014 del presupuesto TOTAL de promoción en el mercado nacional, solo el cinco por ciento se invirtió en apoyar tanto a hoteles como al Centro de Convenciones, cuando solo este último, en el 2014, es responsable del 4.5 por ciento del 52 por ciento de la ocupación total del destino. Hoy cuando hay más competencia y ante la inminente incorporación de 400 cuartos de hotel adicionales para 2016  es indispensable triplicar los recursos de promoción en apoyo a Grupos, Convenciones e Incentivos.

Con la oferta existente en Mazatlán orientada a este segmento debiéramos esperar un aumento de 15 por ciento adicional en el índice de ocupación total anual. Este es uno de los indicadores de éxito sobre los cuales tenemos que trabajar. El no lograrlo en los próximos tres años, será un indicativo de que no hicimos la tarea adecuadamente.

El contar con una Oficina de Grupos, Convenciones y Visitantes, nos obligaría a profesionalizarnos  y ser  más competitivos como destino ya que eso obligaría a buscar y obtener certificaciones en el área de Alimentos y Bebidas, Chef Ejecutivos, Maitre´D, Marketing turístico, Agencia de Servicios Logísticos entre otras.

Ello implica que debemos modernizarnos dando ese paso adelante que la mayoría de los destinos importantes y exitosos del país ya dieron hace muchos años. El no querer hacerlo, es indicativo de que el freno está en el conflicto de intereses y en una falta de transparencia que va en detrimento del Sector y de la economía local en general. Ni la iniciativa privada ni el sector gubernamental deben seguir con contemplaciones ni posibles complicidades.

La llegada de una nueva administración estatal ya está a la vuelta de la esquina y pudiera haber consecuencias que aún pueden revertirse.