El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) de Oaxaca entregó 296 millones de pesos a la CNTE para el pago de prestaciones sindicales a los profesores agremiados a la sección 22 durante 2013. Ese año, el sistema educativo de la entidad recibió 14 mil 401 millones de pesos a través del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) –el cual era responsable de repartir el gasto en educación a las entidades–, para el pago de la nómina magisterial y el fortalecimiento de los planteles.
El Informe de Fiscalización 2013 de la Auditoría Superior de la Federación reveló que el IEEPO destinó 22.9 millones de pesos a los más de 78 mil docentes de la entidad para ayuda de transporte, aunque esto no forma parte de las prestaciones que cubría el FAEB. El instituto también pagó 54.7 millones de pesos a 190 trabajadores que estaban comisionados en las diferentes secciones sindicales y 7.7 millones más a 57 empleados que estaban de comisión en otras dependencias de gobierno, a pesar de que esto está prohibido por la ley desde hace más de seis décadas. Además, se entregaron 211.5 millones de pesos en gastos de vestuario, prestaciones base, arrendamientos, impresiones, reuniones, impuestos estatales, congresos y convenciones, que tampoco se incluyen en el Fondo.
Los recursos del sistema educativo en Oaxaca son manejados por el IEEPO, pero éste es controlado por la dirigencia de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
De acuerdo con la minuta de un acuerdo firmado en 1992 entre el gobernador de aquel entonces de Oaxaca, Heladio Ramírez López, y el secretario general de la sección sindical, Erangelio Mendoza González, el sindicato participará en la elección de los funcionarios del instituto, así como en las decisiones que se tomen sobre planes y programas de estudios, así como el destino de los recursos. De esta manera, hace 23 años que la sección 22 mantiene el control del IEEPO en su totalidad, impidiendo que el gobierno ejerza recursos en otros rubros, como el pago de obligaciones fiscales y prestaciones establecidas en la ley.
Desde que asumió el gobierno, Gabino Cué ha reiterado que el pago de las prestaciones que tienen los docentes merma las finanzas del estado, por lo que quedan muchos compromisos sin cumplir.
El informe de fiscalización de la ASF encontró que el gobierno estatal pagó 15.3 millones de pesos por concepto de recargos y aportaciones al Sistema de Ahorro para el Retiro y al Fovissste, con recursos destinados al sistema educativo.
Además, destinó 833 mil pesos para el pago de recargos por las cuotas y aportaciones del ISSSTE, así como las multas por no pagar a tiempo el Impuesto sobre la Renta (ISR).
Y con recursos de 2013, el IEEPO cubrió una deuda de 29.4 millones de pesos para pagar las quincenas de los maestros que no habían cobrado desde hace cinco años. La Auditoría señaló que los recursos que podrían recuperarse ascienden a 313 millones pesos, lo que equivale a 2.3% del total del presupuesto que recibió el gobierno oaxaqueño para el sistema educativo.
Sin embargo, el informe señala que la calidad de la educación en la entidad sigue siendo muy baja. La prueba ENLACE 2013, que se aplicó a estudiantes de la modalidad de escuelas con asesores, demostró que nueve de cada 10 alumnos tiene conocimientos insuficientes o elementales en español, mientras que en matemáticas son ocho de cada 10.
“El FAEB no se ha constituido como un apoyo fundamental en el financiamiento de las acciones educativas para grupos sociales vulnerables, ya que durante el ciclo escolar 2012- 2013 no se efectuaron inversiones en educación indígena”, añade el documento fiscalizador.
Por otro lado, la encuesta aplicada a los docentes indicó que el 72.3% calificó de malo el nivel educativo de los alumnos y consideraron que los factores que afectan el nivel educativo son insuficiente atención de los padres de familia, condiciones de pobreza y deficiencias en las instalaciones, espacios o equipamiento escolar.
Sin embargo, no mencionaron el paro de actividades constante en la entidad. El paro de labores de 2013 por la reforma educativa dejó sin clases a los menores durante cinco meses.
Pese a estas situaciones, los docentes siguieron cobrando sus sueldos y prestaciones, incluso recibieron sus quincenas a aquellos que no trabajan en escuelas u oficinas del sistema educativo, a aquellos que no pudieron comprobar su situación laboral o los que no se encontraban laborando en el centro de trabajo al que estaban adscritos, según los resultados de la Auditoría.