El Gobernador Mario López Valdez finalmente fue “ponchado” por la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Y es que en definitiva, Culiacán se quedará con las ganas de tener el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
Aunque era un secreto a voces, Malova ya fue informado de que el recinto no estará en Culiacán.
Y es que hace algunas semanas, el mandatario estatal se reunió en el tercer piso con algunos directivos de la LMB, a fin de poder convencerlos para hacer posible el recinto en esta ciudad.
“Sí, tuvo reunión con algunos directivos de la LMB, donde el Gobernador les hizo ver del interés del Salón de la Fama, al grado que la edificación ya estaba lista”, dijo una fuente.
“Y durante la reunión, Malova pidió a los directivos que le buscaran una cita con el señor Alfredo Harp Helú, la cual no se dio, pero el dueño de los Diablos Rojos del México, le mandó un mensaje”.
Los mismos directivos que intervinieron en la charla, fueron los que le hicieron llegar el mensaje.
“Dice el señor Harp que no. Pero con gusto apoyaría a Sinaloa en otras cosas”, agregó la fuente.
Por lo tanto, ya todo está claro: el Salón de la Fama se queda en Monterrey, y ahora la pregunta que surge es ¿y en Culiacán que habrá? ya que la edificación ya está lista.
“Chamaquearon” a Malova
Exactamente el 6 de diciembre de 2011, el Gobierno de Sinaloa, en conjunto con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) y la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, revelaron que construirían en Culiacán el nuevo Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
La obra costaría 90 millones de pesos que sería financiada por el gobierno y la iniciativa privada.
Ese día, Malova afirmó que luego de estar por 38 años el Salón de la Fama en Monterrey, cambiaría su sede a Culiacán, que a partir del 2012 sería la nueva casa de los inmortales del beisbol, y que se convertirá en un atractivo más para el turismo.
Pero el Mandatario Estatal fue “chamaqueado”. La LMB tenía los derechos del recinto.
Y es que de acuerdo a la LMB, cuando se creó el Salón de la Fama se estableció que la sede era vitalicia para Monterrey. Y en esto tienen razón, pues hay un documento que así lo exhibe, al menos que ya lo hayan desaparecido.
Así que todo estaba claro desde hace años, pero Malova aún tenía una esperanza.
Nuevos inmortales, a esperar
Debido a que la obra de construcción del nuevo Recinto de la Fama del Beisbol Mexicano en Monterrey está detenida, los nuevos inmortales, Fernando Valenzuela, Daniel Fernández, Ricardo Sáenz y Chito Rodríguez, tendrán que esperar.
En entrevista para Puro Beisbol, Plinio Escalante, presidente de la Liga Mexicana de Beisbol, informó que el propietario de los Diablos Rojos, Alfredo Harp Helú, sigue con toda la voluntad de financiar el proyecto completo, pero está solicitando certeza legal sobre el uso del terreno.
“El señor Harp Helú me acaba de entregar un comunicado, donde expresa claramente que si se logra un compromiso formal y legal del terreno asignado por el Parque Fundidora, se terminará el tercer proyecto ejecutivo y comenzaría la obra lo antes posible”, expresó Escalante.
Ante esta situación, los perjudicados fueron los nuevos inmortales, ya que Escalante indicó que ya la ceremonia 2014 quedó oficialmente postergada para el próximo año y existe la posibilidad de que se hagan dos en diferentes fechas.
“Es cuestión de que se haga formal el acuerdo de uso del terreno y entonces sí programar la ceremonia 2014, de preferencia junto con un recorrido por la obra en construcción del Parque Fundidora”, abundó Escalante, quien sólo interviene como dirigente de la LMB y en respaldo a Lorenzo Peón.
Tres años y nada
El proyecto del nuevo Recinto se anunció formalmente en abril de 2012, cuando directivos de la LMB y su ex presidente, Pedro Treto Cisneros, hicieron un anuncio en el Parque Fundidora para manifestar que el antiguo Salón de la Fama del Beisbol Mexicano se quedaba en Monterrey y en dichas instalaciones.
Y esto se debió a que Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma anunció que ya no podían albergar el Salón de la Fama y habían llegado a un arreglo con el Gobierno de Sinaloa para mudar las instalaciones a Culiacán.
Por lo que Alfredo Harp Helú tuvo que entrar al rescate del recinto y de inicio realizó una inversión millonaria con los planos ejecutivos, pero los terrenos ofrecidos inicialmente fueron reubicados dentro del mismo Parque Fundidora y eso obligó a realizar un segundo proyecto.
En tres años no se ha podido formalizar el contrato de comodato del terreno.
