Jaime Antonio M. E., integrante del Cártel de Sinaloa, fue capturado por la Guardia Civil el pasado 31 de agosto en Madrid, después de pasar una semana en España estableciendo relaciones empresariales.
Las fuerzas de seguridad habían sido alertadas por la justicia americana, que lo buscaba por gestionar, entre 2004 y 2009, 32 envíos de cocaína por vía marítima desde Colombia hasta México y Estados Unidos.
Unos 148 mil 500 kilos de cocaína en total, transportados con la ayuda de otras tres organizaciones colombianas diferentes, que podrían costarle al narcotraficante una vida en la cárcel.
Esa era toda la cocaína colombiana que adquiría el famoso cartel internacional para su posterior remisión, mediante veleros, embarcaciones y semi-sumergibles. A la facción del cartel del ahora detenido -investigada por la Drug Enforcement Administration (DEA)- también se la considera responsable del envío a EE UU de 150 toneladas de marihuana y 30 de efedrina.
Antes de que la Interpol emitiera la orden internacional de arresto, los cuerpos de seguridad españoles siguieron al hombre, de 62 años, por Madrid y Galicia, y pudieron comprobar que en ningún momento estuvo involucrado en actividades ilegales en España.
La detención, llevada a cabo en el aeropuerto Adolfo Suárez antes de que Jaime Antonio pudiera regresar a su país natal, fue realizada conjuntamente por el equipo contra Huidos de la Justicia, la Guardia Civil del aeropuerto y en colaboración con la DEA estadounidense.
En menos de 24 horas el detenido fue puesto bajo custodia de la Audiencia Nacional, que ahora se encargará de extraditarlo a suelo americano (Un proceso que podría tardar aproximadamente mes y medio), donde le imputarán por el delito de conspiración para distribuir drogas en su territorio y pedirán para él la cadena perpetua.
Tomado de Eje Central.
