Natalia Améstica, ex manager confesó a la Fiscalía venezolana que asesinó al rapero conocido como Canserbero, y a Carlos Molnar, que dio un giro importante en la investigación sobre el fallecimiento de Tyrone González.

La confesión se dio luego de que las autoridades venezolanas reabrieran el caso este año, señalando a Améstica como principal sospechosa.

La mujer confesó, que fue ella quien lanzó al intérprete de Maquiavélico desde un décimo piso del edificio Camino Real, en Andrés Bello, Maracay el 20 de enero de 2015, luego de haberlo drogado .

Natalia confesó que drogó a las víctimas con un té mezclado con Alpram para provocarles sueño. Mientras ella preparaba la cena en la cocina, Carlos Molnar se levantó al sentirse somnoliento y Natalia lo apuñaló por la espalda con un cuchillo.

Tarek William Saab, Fiscal General de Venezuela, afirmó que el rapero fue asesinado durante una discusión, sin embargo, no especificó ni cómo ni quién había cometido el hecho.

Este martes, en una confesión grabada Natalia Amestica dijo que asesinó a su representado y a Carlos Molnar tras haberlos drogado.

Canserbero vio la acción de Natalia, sin embargo, debido al té no podía hacer mucho: “El que me ve es Carlos, pero se preocupa mucho, pero estaba somnoliento. Le explicó que fue un ataque de ira y que no me pude controlar, pero cae en el sofá dormido. Es cuando yo le doy dos puñaladas en su costado”, dijo.

Posteriormente llamó a su hermano Guillermo Améstica, quien llegó con tres funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional,

“Ellos terminaron de arreglar la escena para que fuera un homicidio o suicidio. Eso quiere decir, a Carlos terminaron de darle las puñaladas, mi hermano Guillermo le da cuatro puñaladas, el resto lo hacen los funcionarios del Sebin”, señala Améstica en el video difundido por la Fiscalía venezolana.

“El cuerpo de Canserbero lo traen para la cocina, se le quita la franela, se le da con un tubo por la cara, Guillermo es el que lo hace… y luego de eso nos explican qué es lo que tenemos que hacer, que es lanzarlo por la ventana para terminar la escena del homicidio-suicidio”, agregó.

“Mi hermano se va del apartamento porque no puede estar en la escena, yo me cambio, hago la escena de que fue en ese momento, pido auxilio a los vecinos, y al tiempo es que llega el CICPC, quienes se cuadran con mi hermano, y mi hermano les ofrece 10 mil dólares a ellos para terminar de arreglar la escena que ya habían dejado listas los funcionarios del Sebin”, agrega.

“Eso significaba que me ponen a mí a pisar sangre que estaba en el piso y hacer las huellas con dirección a la ventana. Yo después de esto me fui a Chile huyendo, aterrada, pensando que al final se iba a saber la verdad. En marzo, la Defensoría del Pueblo reabre el caso, me llaman, pero yo voy con la confianza de que tanto la Fiscalía como el CICPC decían que era un homicidio-suicidio. Por eso, regreso a dar las declaraciones pertinentes para la reapertura del caso”, cerró.

Las versiones anteriores señalaban que aparentemente, horas antes, el rapero había asesinado a su productor y amigo, Carlos Molnar, quien lo hospedó en su apartamento en una temporada en la que estaba atravesando crisis psicopáticas.

Y aunque la justicia venezolana concluyó que González mató a su colega en un momento de enajenación y posteriormente se aventó, la hipótesis del suicidio siempre fue muy cuestionada.