Este martes se suscitó el primer encontronazo entre los legisladores de todos los partidos políticos, luego de que la Cámara de Diputados diera por recibida y turnada a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Energía la iniciativa presidencial de reforma eléctrica.

Los diputados se enfrascaron en una acalorada discusión en torno a la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo a una publicación de Reporte Índigo, con pancartas de rechazó a la propuesta de López Obrador por parte de los panistas en las que se leía “no al tarifazo”, su compañera Noemí Luna dijo que la reforma a la industria eléctrica del Gobierno federal pretende regresar a la estructura de un monopolio que ha demostrado ser ineficiente e inhibe la competencia en el mercado de generación, con subsidios onerosos, altamente regresivos, que deriva en costos de producción elevados, con un impacto negativo para el bolsillo de las familias mexicanas.

“Hay que decirlo fuerte y claro, la propuesta del Presidente de la República no contribuirá a mejorar los costos finales de la energía eléctrica, que se verán reflejados en una carga extra para la economía familiar”, dijo.

El morenista Manuel Rodríguez le respondió las consecuencias de dejar la generación de electricidad en manos de particulares lo cual, agregó, va en detrimento de los usuarios que se ven obligados a pagar altas tarifas pues solo invierten donde les es rentable.

“El gobierno del presidente López Obrador ha buscado revertir la pérdida de soberanía eléctrica rescatando y fortaleciendo a la Comisión Federal de Electricidad, lo cual no implica en el presente ni en el futuro llegar a nacionalizar las plantas de generación privadas. “Que no haya confusiones, el Gobierno federal actual respeta plenamente los derechos de aquellos privados que se han sujetado a la ley”, aseguró.

La priista Cristina Ruiz Sandoval afirmó que cualquier iniciativa que busque impactar el destino de México debe ser analizada con seriedad, con un debate lleno de argumentos y no de descalificaciones y que no se confunda el debate con la injuria y la animadversión, “para que no se genere una bruma donde no se entienda lo que se debate y el impacto que tendrá en la sociedad.