Este lunes trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) iniciaron un paro de labores indefinido en toda la República en rechazo a la Reforma Judicial presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el 5 de febrero pasado al Congreso de la Unión.
Desde los primeros minutos de este 19 de agosto, alrededor de 55 mil trabajadores dieron inicio al paro de labores en todas las sedes del PJF, en la Ciudad de México, se realizó el cierre de puertas con cadenas y candados de la sede del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) en San Lázaro.
Mediante un comunicado, distintos grupos de trabajadores del Poder Judicial informaron la suspensión de labores hasta que sus peticiones sean escuchadas, ya que se quejaron de que en los foros para dialogar sobre la reforma no fueron considerados.
Las y los trabajadores criticaron que la base trabajadora de más de 55 mil personas ha intentado dialogar sobre la reforma, pero que no se le ha permitido el acceso a los foros de discusión; asimismo apuntaron que la Reforma Judicial atenta contra los derechos de la base trabajadora, debido a que pretende eliminar la carrera judicial como sistema de mérito para acceder a los cargos de juzgadores federales.
Durante su conferencia de prensa matutina el jefe del Ejecutivo Federal señaló que detrás del paro hay intereses para defender la corrupción y privilegios, principalmente de organismos empresariales, al señalar que “están en su derecho de manifestarse“, y recalcó que la reforma propuesta no afecta a los trabajadores, sino que, por el contrario, “se les beneficia.”
“Nosotros no estamos en contra de los trabajadores de México, estamos en contra de la corrupción y de los privilegios“, afirmó.
Añadió que entre el martes o miércoles informará a los trabajadores del Poder Judicial cómo no les afecta la reforma, “ni a los de arriba y es nada más cortar el copete”; adelantó que el salario de jueces y magistrados podría ser de 100 mil pesos promedio.