Que los familiares de Juan Miguel N, abatido el fin de semana en un enfrentamiento entre civiles y fuerzas armadas, en Loma de Redo, interpongan una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para esclarecer los hechos y que no quede impune, llamó el activista Oscar Loza Ochoa.
Juan Miguel N, de 31 años, fue encontrado muerto con disparos en una parcela al sur de la comunidad Loma de Redo, a un kilómetro de distancia del enfrentamiento que hubo entre civiles y fuerzas armadas, el sábado 5 de agosto, en la Sindicatura de Quilá, al sur de Culiacán.
“Invito a la familia para que en primer lugar ponga quejas, a parte de la denuncia que dijeron que iban a poner en el MP (Ministerio Público), que acudan a la Comisión de Derechos Humanos también; porque es muy importante conocer la verdad sobre los hechos”, dijo el activista.
Según lo relatado, la víctima se dirigía en moto hacia su trabajo cuando fue perseguido por elementos del ejército mexicano y recibió disparos desde vehículos oficiales. En un intento por salvar su vida, se metió a unas tierras de cultivo, pero fue alcanzado por las balas.
De acuerdo con las declaraciones de los vecinos que alcanzaron a ver la agresión, Juan Miguel N, en el suelo, fue rematado por los militares.
“Ahí hablan de que recibe los tiros por la espalda, eso no es un enfrentamiento para comenzar, y la otra es, tiene que haber responsables, donde hay un homicidio, siempre hay responsables. Deben quedar registrados no solamente calibres, se debe establecer de manera muy clara si comparecen todos los miembros del ejército o de las fuerzas armadas que hayan estado allí para establecer la posición en que hayan estado y cuál fue el que disparó o quienes dispararon contra él”, declaró Loza Ochoa.
La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa informó que, alrededor de las 5:00, elementos del Ejército mexicano fueron objeto de una agresión con armas de fuego por parte de civiles armados, presuntamente integrantes de la delincuencia organizada, mientras realizaban labores de prevención y vigilancia.
Los elementos castrenses repelieron la agresión y comenzó el enfrentamiento. En un principio solo se reconocieron cinco abatidos, después se sumó la muerte de Juan Miguel N.
“Hay una responsabilidad grave porque no solo debe verse como un homicidio más, lo están llevando a cabo servidores públicos, por eso es más grave todavía”, enfatizó, el también presidente de la Comisión en Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa.
