El programa federal contempla que vecinos de las clínicas o centros de salud operen el presupuesto de las instalaciones
Aunque en el programa federal La Escuela es Nuestra la Auditoría Superior de la Federación detectó en 2020 pérdidas por 573 millones de pesos, hoy se pone en marcha La Clínica es Nuestra, que operará bajo términos similares.
Este programa consiste en la creación de comités de salud, integrados por vecinos de las clínicas o centros de salud en el estado que recibirán un presupuesto federal, el cual deberán aplicar vecinos de la colonia o comunidad sin sueldo alguno para la mejora de esas instalaciones.
Ángel Ulises Piña García, delegado de programas del Bienestar en Sinaloa, asegura que con La Clínica es Nuestra, los recursos se manejarán de manera transparente y se evitará la corrupción en estos entes recién creados.
El programa
En La Mañanera del 6 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la entrega de más de 5 mil millones de pesos a 11 mil 816 comités de Salud para el Bienestar.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reportó que en Sinaloa se crearon 316 comités de Salud para el Bienestar que administrarán 161 millones 400 mil pesos para mejorar los centros de salud.
Los comités ciudadanos se encargarán de administrar ese presupuesto y decidirán las mejoras en infraestructura, equipo médico y rehabilitación para el mejor funcionamiento de los centros de salud.
El delegado de programas del Bienestar en Sinaloa, Ángel Ulises Piña García, comenta que los recursos que se reciban variarán de acuerdo al número de consultorios que tenga cada clínica o centro de salud.
El presupuesto va de los 400 mil a 1 millón 200 mil pesos.
“El recurso varía según la clínica. De un consultorio son 400 mil pesos. De dos consultorios son 650 mil pesos. De tres a cinco consultorios son 800 mil pesos y de cinco a más son 1 millón de pesos, y hay una que se llama servicios ampliados, esa es donde entra el millón 200 mil pesos”, indica.
Los comités están formados por 10 personas que viven alrededor de la clínica, ya sea de la comunidad o colonia, elegidos por los mismos habitantes de ese sector.
“Cada comité cuenta con un presidente, un tesorero, específicamente mujer. Un secretario técnico, que tiene que ser enfermero de base, que esté asignado ahí ya, y vocales de salud”, agrega.
El día de la creación de comités, añade, se hace un diagnóstico en conjunto para ver las necesidades de la clínica, en la que se prioriza la impermeabilización y pintura. En eso se deberá invertir el presupuesto recibido de manera directa de la Federación por la tesorera.
“El día que le entregamos la tarjeta a la tesorera, le dimos un libro donde vienen todas las marcas y equipamiento que pueden comprar. Entonces, si el recurso les alcanza para comprar equipamiento, pueden comprar equipamiento”, da a conocer.
Por ahora, aclara, no se podrán comprar ni computadoras ni impresoras.
La fiscalización
Piña García asegura que el programa estará libre de corrupción por el seguimiento puntual que se le dará a los recursos recibidos y la comprobación de gastos.
“El comité es el que decide en qué va a invertir (el recurso). Nosotros le vamos a estar dando seguimiento con un libro de control de gastos, donde ellos van a comprobar en qué se han gastado el recurso.
“Al final, cuando se invierta todo el recurso, ellos como comité le van a rendir cuentas a la comunidad en la clínica mediante una asamblea”, explica.
—¿Qué tan estricta será esa vigilancia?
“Bastante estricta, y todo bien comprobado, porque ya tenemos un antecedente con La Escuela es Nuestra. Las compañeras y compañeros ya saben cómo trabajar. Todo el recurso va a estar bien comprobado en qué se ha gastado ese dinero”.
Bienestar, subraya, dará seguimiento a la correcta aplicación del recurso.
—¿Por qué delegar esa responsabilidad a los comités?
“Más que nada es quitar intermediarios y atacar la corrupción. Es por eso que es de manera directa y que la gente participe. Ellos ven, saben las necesidades de la clínica. Entonces, ellos van a invertir bien su dinero en las prioridades que tenga cada clínica o centro de salud.
“(Los puestos) son honoríficos. No tienen ningún sueldo, y saben ellos que el dinero que les llega no es de ellos, sino (que es) para invertir en la clínica”.
Las compras
El funcionario federal señala que a cada comité se le entrega un rotafolio en el que se encuentran las tiendas y las marcas de los artículos que se deberán adquirir y estos deberán tener al menos tres propuestas para escoger la más barata.
“En el tema del equipamiento hay que buscar las tiendas que tengan mejor precio y calidad, y marcas registradas, que es lo que se requiere. Ya las tenemos registradas. Tenemos un libro donde ya vienen las marcas, las tiendas donde se les sugiere comprar estos equipamientos médicos”.
El delegado federal dice que con este programa se pretende apoyar el empleo en los lugares donde se localiza la clínica o el centro de salud.
“Se necesita un pintor, que sea de la comunidad o de la colonia para que también se vea beneficiado ese pintor y le den trabajo, y que, obviamente, dé un precio accesible… igual al que va a impermeabilizar”.
La advertencia
La Escuela es Nuestra es un programa en el que padres de familia administran el recurso que les entrega la Federación para la mejora de las instalaciones escolares, pero que la Auditoría Superior de la Federación ha detectado “pérdidas” por 575 millones de pesos en el segundo año de ejercicio.
Artículo publicado el 7 de julio de 2024 en la edición 1119 del semanario Ríodoce.