La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió un informe sobre “violencia política”, en el que acusa de “expresiones y discursos racistas y clasistas” a la Marcha por la Democracia que llenó el Zócalo y apunta presuntas agresiones al derecho a la democracia por la coalición opositora que encabeza Xóchitl Gálvez.
El informe reconoce a Claudia Sheinbaum como la única candidata que “hizo referencia directa a los derechos humanos” durante su inicio de campaña.
“Es necesario resaltar la convocatoria a la manifestación del domingo 18 de febrero, bajo la difusión masiva a través de redes y medios del mensaje de “narco presidente”, y el discurso del exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, quien bajo el argumento de no pertenecer a un partido político, planteó una retórica en torno a un “posible atentado contra la democracia del país”, dice el informe.
Tampoco se hacen señalamientos de ‘violencia política’ sobre Morena y su candidata, Sheinbaum.
El informe plantea una escala de violencia con agresiones y un puntaje asignado. El punto más alto es la “alteración o simulación de resultados electorales”.
Hasta el cuarto lugar aparece el asesinato y feminicidio.
La escala incluye hechos como tortura, detención arbitraria, discursos de odio, intervención de comunicaciones, amenazas, censura, acoso, etcétera.
Según el monitoreo del 15 de febrero al 1 de marzo, se han registraron 81 publicaciones sobre violencia política, que incluyen tres asesinatos de candidatos, tres secuestros o intentos de secuestro, un atentado, entre otros hechos.
El documento de CNDH incluye en su reporte la filtración del número de teléfono de José Ramón López Beltrán y de las dos candidatas presidenciales.
La CNDH califica como “preocupante” la filtración de números telefónicos de actores políticos y personajes públicos, y señala directamente a Xóchitl Gálvez de “aprovechar” estos hechos:
la utilización que se hizo de esta filtración al ser aprovechada como parte de la campaña de la candidata la Coalición “Fuerza y Corazón por México”, quien, con este acto, banalizó y hasta trató de minimizar el hecho.