Un agujero negro supermasivo que se mueve por el espacio a tal velocidad, que en lugar de devorarse a las estrellas que encuentra a su paso, está creando nuevas, dejando como rastro una estela brillante.
Este gigante invisible, que pesa hasta 20 millones de soles, atraviesa el espacio intergaláctico tan rápido que si estuviera en nuestro sistema solar, podría viajar de la Tierra a la Luna en 14 minutos, explicó la NASA.
Al abrirse camino por el gas del Universo a tal velocidad, desencadena la formación de nuevas estrellas a lo largo de un estrecho corredor. Sin embargo, pasa demasiado rápido para devorárselas. Por lo tanto, a su paso, está dejando una “estela” que mide 200 mil años luz de distancia, el doble del diámetro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Este fenómeno nunca antes visto, que fue capturado por el telescopio espacial Hubble de la NASA, podría ser el resultado de la conjugación de tres enormes agujeros negros.
Los investigadores creen que es probable que el gas esté siendo impactado y calentado por el movimiento del agujero negro que golpea el gas, o podría ser la radiación de un disco de acreción alrededor del agujero negro.
Este gigante que se mueve a tal velocidad podría ser el resultado de múltiples colisiones de agujeros negros supermasivos.
Los astrónomos sospechan que las dos primeras galaxias se fusionaron hace quizás 50 millones de años.
Eso reunió dos agujeros negros supermasivos en sus centros, los cuales iraron uno alrededor del otro. Luego apareció otra galaxia con su propio gigante.
Los tres mezclados dieron lugar a una configuración caótica e inestable, explica a NASA. Uno de ellos robó el impulso de los otros dos y fue expulsado de la galaxia anfitriona. Cuando este último despegó, los otros dos se lanzaron en la dirección opuesta.