Durante las últimas seis décadas ha habido al menos una constante: la alfombra roja. Los tonos han variado, pero siempre ha sido color rojo, hasta este año.
En el Teatro Dolby en Hollywood, trabajadores desenrollaron una alfombra color champán.
“Creo que la decisión de optar por una alfombra color champán en lugar de una roja muestra cuán seguros estamos de que no se derramará sangre”, dijo Kimmel.
El cambio de color provino de los consultores creativos Lisa Love, experimentada colaboradora de Vogue, y Raúl Ávila, director creativo de la glamurosa Gala del Met en Nueva York.
Este año, la alfombra estará techada, en parte para proteger a las estrellas y las cámaras del clima, pero también para ayudar a convertir las llegadas en un evento nocturno. Para Love, siempre ha habido una desconexión entre el elegante código de vestimenta de pajarita y vestidos de gala con el hecho de que es a media tarde cuando la gente llega para ser fotografiada a la luz del día. Con una alfombra techada, podrían cambiar eso.
La alfombra roja de los Oscar se remonta a 1961, cuando se celebró la 33 edición de los Premios de la Academia en el Auditorio Cívico de Santa Mónica.
Fue la primera ceremonia televisada, transmitida por ABC y conducida por Bob Hope. El público en general no vería la alfombra roja en todo su esplendor por televisión hasta 1966, cuando los Oscar se transmitieron por primera vez en color.
“No hubo ningún debate sobre el cambio, dijo Love. Sabían que tenían la libertad de romper con la tradición. También probaron otros colores, pero parecían demasiado oscuros con la alfombra techada. “Elegimos un hermoso color siena, azafrán, que evoca la puesta de sol, porque esta es la puesta de sol antes de la hora dorada”.
Sinembargo