México alcanzó una de sus mejores cifras hasta ahora desde que se tiene registro en cuanto a la tasa de desempleo que mide el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la cual bajó a tres por ciento, para diciembre de 2022, pero también reportó récords de informalidad en el país, que afecta en este periodo sobre todo a las mujeres.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi indican que, en el cuarto trimestre de 2022, la suma de las personas en todas las modalidades de empleo informal fue de 32.2 millones. Esto es el 55.1 por ciento del total de la población ocupada, que fue de 60.1 millones de personas.
Del cuarto periodo de 2021 al de 2022, hubo un aumento absoluto de 736 mil 426 mujeres en la informalidad a nivel nacional, ya que pasaron de los 12 millones 541 mil 043 trabajadoras informales el año pasado a 13 millones 277 mil 469. Entre los hombres, la cifra se redujo: fue de 19 millones 068 mil 276 el año pasado a 18 millones 879 mil 871 trabajadores informales hombres, una diferencia de 188 mil 405 menos.
La Tasa de Informalidad Laboral fue del 56.1 para mujeres en el cuarto trimestre de 2022, luego de registrar 56.2 en el mismo periodo de 2021; para hombres, fue de 54.4 con respecto a los 55.6 del mismo periodo del año anterior.
La Tasa de Informalidad Laboral fue del 56.1 para mujeres en el cuarto trimestre de 2022, luego de registrar 56.2 en el mismo periodo de 2021; para hombres, fue de 54.4 con respecto a los 55.6 del mismo periodo del año anterior.
El total de trabajadores del sector informal específico sin contar las otras áreas de informalidad significa el 28.1 por ciento de la población ocupada, de acuerdo con el Inegi, con un aumento bruto de 81 mil personas del mismo periodo de 2021 a 2022.
Oficialmente, el Inegi define el concepto de trabajo informal en dos dimensiones: cuando se producen “bienes o servicios a partir de los recursos de un hogar sin llevar los registros contables básicos” o de “negocios a pequeña escala que no están registrados” y el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado no protegido, así como las y los trabajadores subordinados quienes, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen sin seguridad social.