Desde anoche Palacio Nacional fue blindado con vallas metálicas ante la marcha que se llevará a cabo este domingo en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y en contra del Plan B de la Reforma Electoral impulsado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que tiene como punto de reunión el Zócalo capitalino.
Las vallas, que tienen aproximadamente una altura de dos metros, tienen como objetivo evitar las pintas y la violencia contra la residencia del titular del Ejecutivo, aunque el Presidente se encuentra en el sureste del país supervisando la obra del Tren Maya, que se espera se inaugure al finales de este año.
Este domingo al menos 117 organizaciones de la sociedad civil convocaron a manifestarse contra el Plan B de la Reforma Electoral bajo la consigna de “El INE no se toca”, tal como lo hicieron el pasado 13 de noviembre en el Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México.
Según han adelantado los organizadores, se prevé algo distinto con ciudadanos de más de 100 ciudades y cinco países participando en esta movilización que ha tomado como bandera la defensa del Instituto Electoral, que también es cuestionado por otro sector de la población por el protagonismo y parcialidad de algunos de sus integrantes, en especial de su Consejero presidente Lorenzo Córdova Vianello, que en la recta final de su encargo que culmina el 4 de abril, se ha volcado a una abierta confrontación contra el Gobierno en turno.