El libro Javier Valdez, El Bato, se presentó en el último día de actividades del Congreso Internacional sobre Violencias.
La voz de Javier Valdez vive a través de las plumas de sus amigos y familiares. Están reunidas en un libro que duele pero que también lo representa como es personaje socarrón, alegre y sentimental.
Se trata, de acuerdo al también periodista Andrés Villarreal de un coro de voces, a partir de un solo tema.
Y ese tema, es Javier Valdez quien a cinco años de su asesinato, se le sigue extrañando y celebrando con un libro conmemorativo, presentado para cerrar la programación del Congreso Internacional sobre Violencias 2022.
Fue en la Torre Académica, donde Villarreal añadió, que en las páginas de la obra, están los sueños, pesadillas, triunfos, el dolor de la ausencia y la celebración de la memoria.
“Al final esta obra, es un homenaje todos intentamos espantar nuestros espantos y enraizar su memoria”, explicó.
Mencionó que entre los autores, están su esposa Griselda Triana, quien lo define como era el más imperfecto de los hombres pero de un corazón tan grande; Élmer Mendoza, lo define como un cabrón que era hombre y no pedazos, un hombre alegre.
Escriben además Alma Guillermo Prieto, Alma Guillermo Prieto, Jon Lee Anderson, Alejandro Almazán.
Nos duele mucho su ausencia
Ismael Bojórquez, añadió que este libro surgió a partir de un libro publicado en homenaje a Gabriel Valdez, que Javier les trajo de Colombia.
“Una vez desayunando con un amigo, me preguntó qué vas a hacer para el aniversario de Javier y le dije pues no sé, porque en el primer año ya habíamos hecho una publicación pero muy modesta y finalmente nos quedamos con ese modelo”, recordó.
“Fue una cosa entre rara y dolorosa, me conmovió mucho la respuesta de la gente que convocamos al libro, no se quedó nadie fuera, todos quisieron participar”.
La mayoría indicó que son textos nuevos. Juntos constituyeron una gran semblanza de Javier.
Juan Carlos Ayala Barrón, coordinador del Congreso Internacional sobre Violencias, apuntó que el asesinato de Javier Valdez, duele mucho, pero están aún las palabras de sus amigos, familiares para que esté siempre en la memoria.
La historia del periodismo, reconoció que no es la misma. Ríodoce, el semanario que fundó sigue teniendo un papel crítico y sus historias, siguen estando ahí.
“Ellos siguen en la lucha, a veces no sé cómo le hacen. Ese día que me enteró que los asesinos de Javier eran de mi pueblo, me partió el alma. No sé cómo describir”.