El pasado miércoles pobladores de la localidad Umbaúba, en la costa sur de Sergipe en Brasil, captaron el momento en que elementos de la Policía Federal de Caminos (PRF) detuvieron a un hombre de 38 años y posteriormente lo asfixiaron dentro de la patrulla en una cámara de gas improvisada.
El hombre identificado como Genivaldo de Jesús Santos, no se resistió tras ser detenido por dos policías federales y murió dentro de la patrulla.
Las imágenes captadas muestran el momento en que los agentes someten a Genivaldo y lo esposan, posteriormente lo meten a la cajuela de una camioneta todoterreno dejando los pies por fuera, y sueltan una bomba de gas en su interior, hasta que sus gritos disminuían y sus piernas colgantes dejaban de patalear.
Mientras uno de los policías sostiene la tapa del maletero para asegurarse de que permanezca cerrada, el otro vierte una gran cantidad de gasolina en el espacio cerrado. Cuando el compartimento se abre de nuevo, el hombre ya no se mueve.
El sobrino de la víctima, Wallyson de Jesús, fue testigo de la situación y aclaró que su tío padecía un trastorno mental.
“Le pidieron que levantara las manos y encontraron paquetes de medicamentos en su bolsillo. Mi tío se puso nervioso y me preguntó qué había hecho. Le pedí que se calmara y me escuchara”, dijo Wallyson.
“Arrojaron una especie de gas dentro de la maleta, fueron a la comisaría, pero mi tío estaba inconsciente. Ante esto, la policía lo llevó al hospital, pero ya era demasiado tarde”, dijo el sobrino.
En un comunicado, la PRF afirmó que el hombre se habría “resistido activamente” al acercamiento. Los agentes habrían utilizado entonces “técnicas de inmovilización e instrumentos de menor potencial ofensivo” para contener la agresividad de la víctima, que cayó enferma camino a la comisaría, según la corporación.