En el país mueren cinco veces más personas que en Brasil y 4.5 veces más que en EU
El 18 de marzo de 2020 se informó la primera muerte ocasionada por el COVID-19 en México. El diario La Jornada difundió la noticia por la mañana. La víctima fue un hombre de 41 años, quien se encontraba internado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de la Ciudad de México. Su muerte se certificó a las 16:24 horas.
Por la noche, la Secretaría de Salud Federal confirmó el primer deceso por medio de un tuit.
“Hoy en México falleció la primera persona con COVID19. Inició sus síntomas el 9 de marzo y padecía diabetes. El Secretario de Salud expresa sus condolencias a sus familiares. Descanse en paz”, se leía en el mensaje.
Ese mismo día murieron dos personas más, una en Durango, quien se dice fue en realidad el primer deceso en el país, y otra más en Oaxaca.
De esas primeras muertes han transcurrido casi dos años, y actualmente la pandemia de COVID-19 ha dejado en México más de 320 mil muertes, –según las autoridades de Salud Federal–, y se ha convertido en la segunda más letal en América si se comparan los decesos con el número total de casos confirmados, que hasta el pasado jueves sumaban más de 5.5 millones.
En el país la tasa de letalidad es de 5.73 por ciento, y es la segunda más alta del continente, apenas superada por Perú, que es de 5.99 por ciento.
En México la posibilidad de infectarse de coronavirus y morir es cinco veces mayor que en Brasil, donde pese a que el número de contagios es cinco veces mayor (29.2 millones), sólo ha fallecido el .36 por ciento de los enfermos.
En Estados Unidos el número de infectados es de 81.1 millones, (15 veces más que en México), y de estos han perdido la vida el 1.22 por ciento.
Otras naciones con mayor número de contagios que la República Mexicana, como Argentina, que registra 8.9 millones de personas infectadas, tiene una tasa de letalidad del 1.42 por ciento. O Colombia, donde de 6 millones de infectados, han fallecido el 2.29 por ciento.
En contraste, el mismo sitio Worldometers muestra que en México, donde la población supera los 126 millones de habitantes, se han aplicado 121 mil 428 pruebas de detección del COVID-19 por millón de habitantes, una de las cifras más bajas entre los países señalados, e incluso de América.
En Brasil, el número de pruebas por millón de habitantes es de 296 mil, es decir más del doble que en México, y en Estados Unidos es de 2.8 millones de pruebas por millón de habitantes. En Argentina, las autoridades han aplicado 756 mil pruebas por millón y en Colombia 646 mil pruebas por millón de habitantes.
La Organización Mundial de la Salud llamó en varias ocasiones a las autoridades mexicanas a incrementar el número de pruebas y a la utilización de mascarillas. El presidente Andrés Manuel López Obrador se negó en todo momento a utilizar cubrebocas.
“Los datos muestran que México fracasó en su respuesta a la pandemia en relación con países comparables. El país tiene una de las tasas más altas de casos y muertes por COVID-19 a pesar de ocupar los últimos lugares en aplicación de pruebas”, señala el informe “La respuesta de México al Covid-19: Estudio de caso”, realizado por el Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California, a petición de la OMS.
Otra de las conclusiones del informe son las fallas en la vigilancia epidemiológica y en el control de la pandemia, alta tasa de enfermedades crónicas en un contexto de “transmisión viral incontrolada”, las desigualdades en el acceso a pruebas y atención médica, niveles de marginación socioeconómica, entre otros.
En diciembre de 2020 inició la Estrategia Nacional de Vacunación contra el COVID-19 como un esfuerzo para frenar la pandemia. De acuerdo a Salud ha permitido inmunizar a 85 millones de personas, de las cuales 79 millones tienen esquema completo, pero eso tampoco logró reducir las muertes en 2021.
En el primer año de la pandemia (2020), en México se reportaron 149 mil muertes por COVID-19, es decir 517 muertes cada día, desde que se registró el primer deceso el 18 de marzo.
En 2021, la cifra de fallecimientos fue de cerca de 153 mil, un promedio de 419 muertes diarias, y en lo que va de 2022, las muertes no han cesado. Salud Federal da cuenta de más de 18 mil, es decir que desde el 1 de enero y hasta el 10 de marzo, habrían fallecido 201 personas cada día debido al COVID-19.
Contrario a la tabla de contagios, que mantiene una tendencia a la baja, en las muertes la tendencia diaria va en aumento, en enero de este año se reportaron un promedio de 294 fallecimientos cada día, en febrero la cifra fue de 304, y en los primeros días de marzo el número promedio de decesos es de 52.
En México han ocurrido el 5.3 por ciento de todas las muertes en el mundo.
A las muertes confirmadas por prueba de laboratorio, habría que sumarle las registradas como “exceso de muertes”. En el reporte del INEGI del 28 de febrero se señala que hay 653 mil muertes en exceso por todas las causas en el país, con cifras hasta septiembre de 2021.
Del total de muertes en exceso, Salud Federal estima que 461 mil están asociadas al COVID-19. Es decir que a las 320 mil muertes confirmadas mediante prueba, habría que sumarle 141 mil más.
“Estimamos que si México hubiera tenido un desempeño promedio en la pandemia, se habrían evitado alrededor de 190 mil muertes por todas las causas en 2020”, señala el informe “La respuesta de México al Covid-19: Estudio de caso”.
Y mientras las personas regresan a la falsa normalidad prepandémica, en medio de un mapa del país pintado de verde en el semáforo epidemiológico, los muertos de la pandemia, se siguen contando.
Artículo publicado el 13 de marzo de 2022 en la edición 998 del semanario Ríodoce.