Una niña de seis años de nombre Andrea, quien vende dulces en una estación de gasolinería en Portoviejo, Ecuador, sorprendió a dos mujeres que la escucharon hablar en cuatro idiomas.

‘Estamos totalmente impactadas mi mamá y yo porque, en una gasolinera, aquí en Ecuador, nos acabamos de encontrar a una niña que habla un perfecto francés y mi mamá, que es nacida en Francia, pudo reconocer este acento’, publicó en internet una de las mujeres, en noviembre pasado.

La mujer contó que pidió a la pequeña se acercara, y su madre comenzó a platicar con la niña en francés. Ella le dijo su nombre y mencionó que también hablaba español, ruso y un poquito de italiano.

Aprendió a hablar esos idiomas, dijo, mientras viajaba de un país a otro con sus padres, quienes trabajan en circos. Ella recortaba los periódicos y leyéndolos aprendió, (con información de Proceso).

Sus padres no hablan esos idiomas, por lo que ella les ayuda a aprender, y los traduce cuando no entienden al hablar con otras personas, señaló Andrea.

Las dos mujeres pidieron que en los cuatro idiomas les preguntara si querían un dulce. Luego las sorprendió aún más cuando le preguntaron cuánto era por toda su caja de bombones y la niña respondió: cinco dólares.

Una de las mujeres le propuso darle 10 dólares y que se quedara con los dulces, lo que puso muy feliz a la niña, quien comenzó a brincar, mientras decía: ‘gracias, muchas gracias, así podré ahorrar’.

Le preguntaron para qué quería ahorrar y Andrea respondió que era para comprarle una casa a sus padres y para que la visiten sus amigos.

“También sé cantar”, dijó la niña. Le preguntaron en qué idioma quisiera hacerlo y respondió: “en ruso”. Cantó unas estrofas y luego lo hizo en francés, sorprendiendo otra vez a las mujeres que publicaron la historia en Facebook.

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