“Hoy en día, alrededor de 10 millones de niños y niñas en todo Afganistán necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. Se calcula que un millón de niños sufrirán desnutrición aguda grave a lo largo de este año y podrían morir si no reciben tratamiento”, declaró la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
Se calcula que 4,2 millones de niños están sin escolarizar, entre ellos más de 2,2 millones de niñas, agregó.
Desde enero, las Naciones Unidas han documentado más de 2 mil violaciones graves de los derechos de la infancia. Aproximadamente 435 mil niños y mujeres están desplazados internamente, informó la Unicef a través de un comunicado.
“Esta es la sombría realidad a la que se enfrentan los niños afganos y sigue siendo así independientemente de los acontecimientos políticos en curso y de los cambios de gobierno.
“Prevemos que las necesidades humanitarias de los niños y las mujeres aumentarán en los próximos meses en medio de una grave sequía y la consiguiente escasez de agua, las devastadoras consecuencias socioeconómicas de la pandemia de COVID-19 y la llegada del invierno”, citó.
“Por eso, después de llevar 65 años en Afganistán luchando por mejorar la vida de los niños y las mujeres, UNICEF seguirá sobre el terreno ahora y en los próximos días. Estamos profundamente comprometidos con los niños del país y hay mucho más trabajo que hacer en su favor”, sostuvo Henrietta Fore.
“Millones de personas seguirán necesitando servicios esenciales, como atención de la salud, campañas de vacunación contra la poliomielitis y el sarampión que salvan vidas, nutrición, protección, refugio, y agua y saneamiento. En los últimos años se han logrado avances considerables en el aumento del acceso de las niñas a la educación; es vital que estos logros se mantengan y que los esfuerzos de promoción continúen para que todas las niñas en Afganistán reciban una educación de calidad”..
En este momento, UNICEF está ampliando sus programas para salvar la vida de los niños y las mujeres, incluyendo la prestación de servicios de salud, nutrición y agua a las familias desplazadas. “Esperamos ampliar estas operaciones a otras zonas a las que no se podía llegar antes debido a las hostilidades”, agregó la funcionaria.
“Instamos a los talibanes y a otras partes a que garanticen que UNICEF y nuestros asociados humanitarios tengan un acceso seguro, oportuno y sin restricciones para llegar a los niños necesitados dondequiera que estén. Además, todos los actores humanitarios deben disponer de un espacio para operar de acuerdo con los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia.
“Nuestro compromiso con los niños de Afganistán es inequívoco y nuestro objetivo es que los derechos de todos y cada uno de ellos se hagan realidad y se protejan”, subrayó.
