Emma Coronel Aispuro, esposa de Joaquín el Chapo Guzmán, fue acusada formalmente por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de tres delitos relacionados al tráfico internacional de narcóticos.
A menos de 24 horas de la audiencia de presentación de cargos de este jueves 10 de junio en la Corte Federal del Distrito de Columbia, el juez federal a cargo de la sesión, Rudolph Contreras, le quitó los sellos al documento de los cargos contra Coronel Aispuro entregado por el Departamento de Justicia el pasado 26 de marzo, informó Proceso.
En la audiencia de este jueves, la esposa del Chapo Guzmán tendrá que declararse culpable o inocente de los delitos que formalmente le imputa el gobierno de los Estados Unidos.
La Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas del Departamento de Justicia acusa explícitamente a Coronel Aispuro de delitos que, en un juicio y si es declarada culpable, le implicarían una sentencia máxima de cadena perpetua o de 10 a 15 años de cárcel como pena mínima.
Como lo diera a conocer Proceso, el pasado 22 de febrero el gobierno de Estados Unidos informó por medio de una queja criminal que tenía bajo su custodia a la esposa del ex líder del Cártel de Sinaloa.
Tras mantenerse en contacto con agentes federales de Estados Unidos, Coronel Aispuro viajó al aeropuerto Internacional de Dulles, Virginia, para entregarse al FBI y a la DEA, buscando un acuerdo y convertirse en testigo protegido a cambio de información sobre el narcotráfico.
Está semana el periódico estadounidense The New York Times confirmó que Coronel Aispuro se declarará culpable ante el juez Contreras, lo cual le permitirá formalmente negociar su arreglo con el Departamento de Justicia.
El cargo número uno indica que “comenzando en 2007 y hasta el 19 de enero de 2017” en Estados Unidos, México y otros lugares, Coronel Aispuro con “conocimiento de causa y manera intencional” conspiró junto con otros para traficar drogas ilícitas.
A la esposa del Chapo se le imputa la conspiración de exportar ilícitamente a Estados Unidos, un kilo o más de heroína, 5 o más de cocaína, 500 gramos o más de metanfetamina y mil kilos o más de mariguana.
El segundo delito sostiene que de, comienzos de 2007 al 3 de diciembre de 2019, Coronel Aispuro de manera intencional y en colusión con otros, lavó dinero en México, Estados Unidos y en otros lugares; procedente de la venta de drogas ilícitas.
La imputación establece también que la esposa del Chapo conspiró para la importación y distribución de sustancias prohibidas (drogas) en los Estados Unidos, en colaboración con otras personas y con conocimiento de causa e intención.
Para el último cargo, el Departamento de Justicia sostiene que a principios de 2007 y hasta el 3 de diciembre de 2019, Coronel Aispuro, en Estados Unidos, México y otros lugares, se involucró en el manejo de propiedades y transacciones de una persona extranjera.
En términos prácticos el tercer cargo sostiene que Coronel Aispuro se prestó para establecer empresas fachada para ocultar patrimonios de su marido, Guzmán Loera, el extranjero designado por Estados Unidos como Narcotraficante Significativo.
La esposa del Chapo que es ciudadana estadounidense, de convertirse en testigo protegido tendría cumplir con alguna sentencia que le dicte un juez, para luego recibir una nueva identidad desconocida y vivir tranquilamente con su familia en Estados Unidos.
El beneficio de ingresar el programa de testigos protegidos le costaría a Coronel Asipuro el proporcionar información sobre todo lo que sabe del Cártel de Sinaloa que lidera Ismael el Mayo Zambada, y de la fracción que ahora encabezan los hijos de su marido.
En el verano de 2019 el Chapo Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años de prisión en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, luego de ser declarado culpable de delitos de narcotráfico por parte de un jurado calificador.