Alto número de contagios, reduciría riesgo de tercera ola

CIUDAD DE MÉXICO. 06MAYO2021.- Gente de  50 a 59 años acuden a la Preparatoria 9 que se encuentra en la alcaldía Gustavo A. Madero, para la aplicación de la Vacuna Anti Covid 19.
FOTO: VICTORIA VALTIERRA/CUARTOSCURO.COM

Un estudio del IMSS revela que 43.5 por ciento de la población en México se infectó

 

¿Por qué en México no ha ocurrido una tercera ola de la pandemia cuando países de Latinoamérica, principalmente Brasil, y otros de Europa y Asia están sufriendo rebrotes? La explicación podría estar en un estudio realizado por el IMSS, que estima que 43.5 por ciento de la población e incluso un porcentaje mayor, ya se contagió de COVID-19 y presentó inmunidad a la infección.

El estudio denominado “Seroprevalencia de anticuerpos IgG del SARS-CoV-2 y actividad neutralizante del suero en MÉXICO: un estudio transversal nacional durante 2020”, analizó la proporción de anticuerpos a partir del muestreo anónimo y no relacionado de 24 mil 273 muestras de sueros sobrantes en 34 bancos de sangre y 34 laboratorios clínicos de pacientes asintomáticos no relacionados con COVID, entre el 10 de febrero y el 31 de diciembre del 2020, y encontró que el 33.5 por ciento de la población ha estado expuesta y generó una respuesta de anticuerpos contra el virus.

Víctor Hugo Borja Aburto, coordinador médico del Instituto de Salud para el Bienestar, y quien presentó los resultados de la investigación, señaló que la cifra podría aumentar 10 por ciento debido a que no se incluyeron los primeros tres meses de este año, cuando se presentó el punto más alto de la segunda ola. Por lo que la cifra de infectados abarcaría al 43.5 por ciento de la población, es decir que en el país se habrían infectado ya 55.6 millones de personas.

Pero el número de contagios sería todavía más elevado que el calculado, toda vez que los investigadores señalan que la técnica cuantitativa utilizada sólo midió un tipo de anticuerpos, los IGG, -que aumentan y permanecen en el organismo hasta seis meses-, “lo que significa que algunas muestras aún podrían ser positivas a otros tipos de anticuerpos, como IgM y / o IgA”.

“Aunque se desconocen los factores que pueden conferir protección, si extrapolamos de otras infecciones virales, los anticuerpos neutralizantes podrían correlacionarse con el desarrollo de inmunidad; si este fuera el caso, el 30.6 por ciento de los mexicanos habrían desarrollado inmunidad en diciembre de 2020”, señala el texto.

La región noroeste, donde se ubica Sinaloa, de acuerdo al estudio realizado por el Laboratorio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, fue la más afectada por la pandemia hasta diciembre. Ahí se encontró que el 40.7 por ciento de la población tenía anticuerpos, seguida de la región noreste con una prevalencia de anticuerpos de 37 por ciento; el sureste con un 35 por ciento; en el centro el 30 por ciento y en el occidente de 26.6 por ciento.

“Esta región (noroeste) incluye estados que colindan con los Estados Unidos, lo que indica la probable movilidad de los mexicanos que trabajan en ciudades fronterizas como una causa de propagación viral en estas áreas”, menciona.

En la semana epidemiológica 7 (9-15 de febrero de 2020) el virus estaba presente en cuatro estados (Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco y Quintana Roo), pero en las cinco semanas siguientes se propagó a 29 estados.

La propagación de la infección se aceleró durante las primeras semanas debido también a que en los primeros meses de la pandemia, las pruebas de detección se limitaron a personas con un historial de viajes a Wuhan, China, falta de asistencia de los servicios de salud cuando aparecieron los síntomas iniciales y de servicios de salud en áreas marginadas, señala el documento.

“En México, la difusión de los casos fue extremadamente rápida, llegando a la mayor parte del territorio en cinco semanas, por lo que la transmisión comunitaria se declaró solo 25 días después del primer caso reportado. Esta velocidad de diseminación y la presencia de casos en estados alejados plantean un escenario en el que el virus circuló mucho antes de ser reportado, y en el que hubo más de una introducción al país”, señala la investigación financiada por el Conacyt.

Los investigadores detectaron también al menos 40 casos positivos antes del primer caso reportado el 28 de febrero de 2020, y 54 más un día antes de que se declarara la transmisión comunitaria (23 de marzo de 2020).

Ríodoce encontró en las bases de datos de la Secretaría de Salud, que los casos positivos se remontan a las primeras semanas de enero.

Otro hallazgo fue que el grupo de edad con mayor porcentaje de inmunidad contra el COVID-19 fue el de 21 a 40 años (37.7 por ciento), seguido del de 41 a 60 años (34 por ciento), y los que presentaron el menor porcentaje de anticuerpos fueron el de 81-100 años y 61-80 años, que tuvieron una prevalencia de 24.3 y 28 por ciento, respectivamente. Los dos últimos grupos de adultos mayores, son lo que mayormente se han mantenido en aislamiento.

“La parte de la población que ha estado más expuesta es la de los más activos económicamente (es decir, de 21 a 60 años). Esto puede estar relacionado con iniciativas tomadas para proteger a grupos que se presume son más vulnerables (es decir, niños y adultos mayores). Por lo tanto, esto también puede confirmar el éxito de enfoques como la suspensión de las actividades académicas de los niños, así como el aislamiento de los adultos mayores en el hogar”, añade el texto.

De los casos que fueron positivos con IGG, señaló Borja Aburto, el 86 por ciento protegían efectivamente contra el virus, quiere decir que el 13.9 por ciento de los IGG positivos podrían volver a infectarse, y “en el caso de las reinfecciones que hemos estado viendo, que son bajas, pero todavía, aunque se tengan algunos anticuerpos generados por la enfermedad, no es una protección completa”.

Los resultados son “similares” a los de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) COVID-19, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, y que encontró que de enero a agosto de 2020, en el país se habían infectado 24.8 millones de personas.

El coordinador médico del INSABI señaló que el hecho de que una parte importante de la población ya se infectó y presenta anticuerpos, reduce la posibilidad de una tercera ola.

“Aunque tengamos una proporción importante de la población con anticuerpos neutralizantes o IGG, el uso de cubrebocas, la higiene de manos y la sana distancia, además de las medidas generales de control de distanciamiento social se debe de mantener hasta que baje el riesgo de una tercera ola, aunque muy posiblemente estos resultados muestren que haya una probabilidad baja, no es que sea imposible, pero una probabilidad baja de esa tercera ola”.

El pasado jueves, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, afirmó que en el país no habrá una tercera ola, debido a que se hizo el llamado a la población a tener mayor cuidado.

“Muy afortunadamente la tercera ola no se presentó, era nuestra obligación decir que podía existir ese riesgo para llamar a la población a tener mayor cautela, pero hubo éxito, no se logró que ocurriera la primera ola, lo cual es muy positivo”.

Ahora, añadió, los esfuerzos están enfocados a la estrategia nacional de vacunación contra el COVID-19 con lo que se lograría la inmunidad de rebaño.

Artículo publicado el 09 de mayo de 2021 en la edición 954 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1108
GALERÍA
Afecta la sequía a 13 municipios de Sinaloa; con 25 pipas llevan agua a 68 comunidades.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.