Como parte de un refuerzo al sistema inmune, e incluso para sumar protección contra nuevas cepas o variantes que puedan surgir, autoridades sanitarias de Estados Unidos estudian la posibilidad de aplicar una tercera dosis de las vacunas contra COVID-19 entre 9 y 12 meses después de haber recibido la primera inyección.

El director científico de la Casa Blanca, David Kessler, mencionó, durante una sesión de trabajo en el Congreso, que “si bien se está estudiando la duración de esta protección, los datos apuntan a que podría ser necesario aplicar vacunas de refuerzo en los próximos meses”, una visión que comparte el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, quien aseguró que este es un hecho más que probable, publicó  Eje Central.

A pesar de que la respuesta inmunológica se mantiene por arriba del 90 por ciento de eficacia dentro de los seis primeros meses, agregó Bourla, es probable que esta vacuna se vuelva anual debido a las variantes que puedan surgir y que tengan la capacidad de evadir los anticuerpos ya creados.