Durante las protestas de ayer sábado y este domingo en Rusia, para exigir la liberación de Alexei Navalni, principal opositor del presidente Vladimir Putin, fueron detenidas 3 mil 838 personas.
De acuerdo a diversas agencias, los seguidores del líder opositor salieron a las calles, pese a la advertencia de las autoridades, y se movilizaron nuevamente este día en las principales ciudades, desde Vladivostok a San Petersburgo, y principalmente en Moscú.
La nueva jornada de manifestaciones tiene lugar luego ayer sábado, decenas de miles de rusos fueron detenidos, y la policía rusa abriera unos 20 procedimientos penales.
La ONG OVD-Info, especializada en el seguimiento de manifestaciones, informó que al menos 3 mil 838 personas fueron detenidas en todo el país, de las cuales mil 80 en Moscú.
Jornada de protestas y represión en #Rusia
Opositores salen a las calles en varias ciudades del país para pedir la liberación de Navalni, dirigente crítico del Kremlin y acérrimo rival de #Putin. Ya hay unos 400 detenidos.#DWNoticias /lm pic.twitter.com/rSItMERCb8
— DW Español (@dw_espanol) January 31, 2021
En otras metrópolis rusas, como San Petersburgo, Krasnoyarsk (Siberia) y Vladivostok (Extremo Oriente), también se produjeron cientos de detenciones, según la misma fuente.
La esposa de Navalni, Yulia Navalnaya, fue arrestada cuando se dirigía a la manifestación, indicaron varios medios opositores.
El centro de Moscú parecía en algunas zonas una fortaleza, rodeada por un fuerte dispositivo de la policía antidisturbios. Varias estaciones de metro estaban también cerradas.
En San Petersburgo, segunda ciudad del país, casi 2 mil personas que se habían congregado en una plaza del centro y fueron dispersadas por la policía antidisturbios.
En Twitter, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, criticó la represión de las manifestaciones mediante el “uso persistente de tácticas brutales” e instó a “liberar a quienes fueron detenidos, entre ellos Alexéi Navalni”.
El ministerio ruso de Relaciones Exteriores no tardó en denunciar estas acusaciones como una “injerencia grosera en los asuntos internos” de Rusia.
En Novosibirsk, tercera aglomeración de Rusia, el medio independiente Taiga estimó en más de 5 mil las personas que se manifestaron, en una de las protestas antigubernamentales más importantes de estos últimos años.
Los días anteriores, las autoridades multiplicaron las advertencias a los partidarios de Navalni.
La fiscalía y la policía afirmaron que los manifestantes podrían ser procesados por “disturbios masivos” si las marchas degeneraban en violencia.
La justicia rusa impuso el viernes arresto domiciliario a la mayoría de los aliados cercanos de Navalni, incluido su hermano Oleg y la opositora Liubov Sobol, dos días después de una serie de registros contra, entre otros, el domicilio de su esposa y los locales de su organización, el Fondo de Lucha contra la Corrupción.
La comparecencia del líder opositor ante los jueces está prevista para la próxima semana.
Navalni es objeto de múltiples procedimientos judiciales desde su regreso a Rusia el 17 de enero, que considera se deben a motivos políticos. A pesar de las presiones, el jueves volvió a llamar a los rusos a echarse a la calle.
“No tengan miedo”, escribió en una carta publicada en su blog, “la mayoría está de nuestra parte. Vayamos a despertarla”.
Las protestas también están alimentadas por la difusión de una investigación del opositor que acusa al presidente Vladimir Putin de beneficiarse de un opulento “palacio” valorado en más de mil millones de euros (mil 200 millones de dólares) a orillas del mar Negro.
La grabación se ha visto más de 100 millones de veces en YouTube.
Navalni, un activista anticorrupción y enemigo del Kremlin de 44 años, volvió a Rusia hace dos semanas tras meses de convalecencia en Alemania por un presunto envenenamiento, del que responsabiliza a Putin y a los servicios de seguridad rusos.
