“De los 42 países que han empezado a vacunar (contra el COVID), 36 son ricos y seis son de nivel medio-alto”, criticó el jueves el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien añadió: “Esto es claramente un problema, y va a peor porque hay países que están buscando nuevos acuerdos (con los fabricantes) ofreciéndose a pagar más”.
Como es habitual, la OMS no señaló directamente a nadie, pero el mensaje es claro. “Esto pone en riesgo nuestro compromiso de garantizar un acceso equitativo. Tenemos que actuar para conseguirlo”, añadió Adhanom.
De acuerdo con una publicación del diario español El País, no se refería el director de la OMS solo a los países ricos, como la UE, que ha comprometido 2 mil millones de dosis de vacunas con diversos fabricantes para una población de 450 millones de personas, ni a Estados Unidos, que ha hecho algo parecido. También a algunos de los 190 países acogidos a la Covax, el mecanismo conjunto de la OMS y la Iniciativa Mundial para las Vacunas y la Inmunización (GAVI) para asegurar que los países sin recursos no se queden fuera de los avances científicos en la lucha contra el COVID. Son los más pobres, para los que se espera contar con 2 mil millones de dosis a lo largo de este año.
Lejos de las prisas de los países ricos, quizá porque saben que no tienen la fuerza de estos pese a presentarse agrupados, la propia organización explica que “el objetivo de Covax es acabar con la fase aguda de la pandemia en el mundo suministrando 2 mil millones de dosis para el final de 2021. La mayoría de estas se repartirán en la segunda mitad del año”, afirman (cuando los países ricos esperan estar ya cerca de los niveles de protección de grupo). Pero “anticipamos que seremos capaces de suministrar a cada país con un primer lote suficiente para inmunizar a aproximadamente el 3 por ciento de la población en la primera mitad de 2021. Este proceso podría empezar en febrero dependiendo de los procesos regulatorios y de la preparación de los sistemas de salud y de los sistemas de autorización de cada país”, añade una portavoz de Covax.
En rueda de prensa de este viernes, Adhanom insistió en el problema. El esfuerzo que se está haciendo (se ha firmado un acuerdo para ampliar la oferta en mil millones de dosis más) puede verse frustrado por esta actitud de algunos países, que “pueden llevar a que suban los precios [de las vacunas], lo que hará que los países más pobres no las obtengan”. “Pedimos a los países y los fabricantes que dejen de establecer acuerdos fuera de Covax”, ha dicho.
El director de la OMS también ha instado a naciones que tienen reservas muy superiores incluso a su población a ceder y donar las que no van a usar. “No puede haber países que no accedan a las vacunas porque otros las acaparan. El tiempo de distribuir las vacunas de una manera equitativa es ahora. Nosotros, Covax y los países estamos listos”, insistió.
