La Corte británica dictaminó este lunes que Julian Assange, fundador de Wikileaks, no puede ser extraditado de Reino Unido a Estados Unidos debido a problemas de salud mental.

La jueza distrital Vanessa Baraitser detalló evidencias de las autolesiones y pensamientos suicidas de Assange y consideró “demostrado” que podría quitarse la vida si es procesado en EU, donde enfrenta cargos por la publicación de miles de documentos clasificados en 2010 y 2011.

“La impresión general es de un hombre deprimido y algunas veces desesperado, que teme de su futuro”, dijo.

“Al enfrentar condiciones de aislamiento casi total sin los factores de protección que limitaron sus riesgos en HMP Belmarsh (la cárcel británica donde está recluido), estoy convencida que los procedimientos descritos por EU no evitarán que el señor Assange encuentre una manera de suicidarse y por esa razón he decidido que la extradición sería opresiva por causa de daño mental”, publicó la BBC.

Estados Unidos asegura que las filtraciones publicadas en el sitio web de Wikileaks violaron la ley y pusieron en peligro vidas, por lo que acusa a Assange de 18 cargos, incluyendo el hackeo de las bases de datos del ejército estadounidense para adquirir información sensible secreta relacionada con las guerras en Afganistán e Irak.

Assange ha luchado contra la extradición y dice que el caso tiene motivaciones políticas.

El australiano sostiene que la información puso al descubierto los abusos perpetrados por las fuerzas militares de EU.

Assange fue encarcelado por 50 semanas en mayo de 2019 por violar las condiciones de su libertad condicional cuando se refugió en la embajada de Ecuador en Londres. Allí permaneció siete años, desde 2012 hasta su arresto en abril de 2019.

En el periodo en el que se asiló en la embajada, estaba enfrentado un pedido de extradición a Suecia por cargos de asalto sexual que él negaba. El caso fue luego abandonado.

Las autoridades estadounidenses dijeron que apelarán el fallo.

De ser condenado en EU, Assange, de 49 años, enfrentaría una pena de cárcel de 175 años, sostienen sus abogados. Sin embargo, el gobierno estadounidense ha dicho que la sentencia más probablemente sería de entre cuatro y seis años.