Los policías municipales de Culiacán y un civil que presuntamente llevaban a un hombre levantado y torturado fueron vinculados a proceso penal por el delito de desaparición forzada de personas.

Después de una audiencia de ocho horas la Jueza Dulce María Villegas determinó que había datos de prueba para presumir la probable responsabilidad.

Los vinculados a proceso son los agentes Gilberto y Evaristo y el civil José Alberto.

Según la declaración que dio la víctima, Víctor, a la fiscalía, fue privado de su libertad el 21 de septiembre y el 24, los hombres armados que lo habían levantado, lo entregaron a los dos policías y al civil en Bacurimí y en una patrulla lo trasladaron a Caminaguato en Tepuche para que les dijera dónde estaban las armas mientras lo golpeaban.

Los agentes y el civil fueron interceptados por elementos de la Guardia Nacional y la Policía Estatal Preventiva y los detuvieron. El civil portaba un fusil AK 47 y un chaleco.

A la audiencia de hoy acudió Víctor. A la sala entró apoyado con muletas y apenas podía caminar y con huellas de quemaduras en los brazos.

La víctima rindió su declaración pero dio otra versión y dijo que fue levantado por hombres desconocidos y durante tres días lo estuvieron golpeando y quemando y le dieron un balazo en el pie izquierdo.

Señaló que pudo escapar de un lugar que no conoce y la persona que lo cuidaba lo persiguió por aproximadamente 500 metros pero no lo alcanzó.

Manifestó que encontró a una patrulla y los agentes lo auxiliaron y rescataron y lo subieron a la patrulla, en la que traían a otra persona detenida.

El defensor de los agentes preguntó si los policías que lo rescataron estaban en la sala y apuntó hacia Gilberto y Evaristo.

Los dos agentes también declararon y dijeron que el 24 de septiembre fueron comisionados, junto con otra patrulla, para dar rondines de vigilancia en Tepuche y cuando se encontraban en Caminaguato un adulto mayor de sombrero y bastón les dijo que al fondo del poblado había varios hombres haciendo desmanes.

Los policías dijeron que se trasladaron al lugar y dos hombres huyeron, y a uno, José Alberto, lo detuvieron porque se quedó orinando.

Al detenido lo subieron a la patrulla para trasladarlo a barandilla por faltas al Bando.

En su narración, los policías omitieron mencionar el momento en que encontraron a Víctor.

Al terminar de narrar la detención de José Alberto, Gilberto dijo: “ah se me olvidó lo del chavalo”, y empezó a contar cómo hallaron a Víctor.

Evaristo terminó su declaración pero sin mencionar cómo encontraron a Víctor hasta que el defensor Edgardo Soria le preguntó.

Los policías dijeron que cuando trasladaban a José Alberto en el camino salió un joven golpeado y les comentó que lo habían privado de la libertad y lo auxiliaron.

Uno de los agentes se metió en el monte y encontró un fusil y un chaleco y los subió a la patrulla.

José Alberto se reservó su derecho a declarar.

Dos agentes municipales que andaban con los hoy detenidos pero en otra patrulla contaron la misma versión de la detención de José Alberto.

Después de la detención, indicaron, ellos se fueron a buscar a la persona que se quejó de los desmanes y Evaristo y Gilberto se metieron a una brecha para dirigirse a Culiacán con el detenido. Después supieron que habían detenido a sus compañeros.

La defensa aseguró que los hechos que señala la Fiscalía no son ciertos y acusó que los agentes aprehensores engañaron a la dependencia con la versión de la persona levantada.

Los fiscales señalaron que es inverosímil e imposible que, después de tres días de tortura y con un balazo en el pie, Víctor haya escapado sin ser alcanzando.

Además mencionaron, la víctima dijo que no conocía el lugar donde supuestamente fue rescatado por los policías a pesar de que él es originario de ahí.

La Jueza señaló que no corresponde a la realidad que Víctor huyó y fue perseguido por 500 metros sin ser alcanzando pues al entrar a la sala de audiencias hoy, pudo apreciar que aún con muletas tiene dificultades para moverse por lo que restó credibilidad a la declaración.

Observé que la movilidad no fluye de manera adecuada, expresó.

Tras valorar las declaraciones y datos de prueba consideró que eran suficientes y dictó el auto de vinculación a proceso y prisión preventiva.