China ordenó ayer el cierre del consulado de Estados Unidos en Chengdu, tres días después de que Washington hizo lo mismo con el consulado chino en Houston, ya ocupado por la policía, en medio de acusaciones mutuas de espionaje.
Los estadounidenses deberán cerrar su representación diplomática en Chengdu, anunció el Ministerio chino de Relaciones Exteriores, en el último episodio de un choque diplomático sin precedente entre las dos potencias.
Esta decisión constituye una respuesta legítima y necesaria a las medidas no razonables de Estados Unidos, recalcó el ministerio en un comunicado.
Algunos empleados del consulado de Estados Unidos de Chengdu realizan actividades que van más allá de sus funciones, se han inmiscuido en los asuntos internos de China y han puesto en peligro la seguridad e intereses chinos, acusó ante la prensa el portavoz del ministerio, Wang Wenbin.
La Casa Blanca llamó a Pekín al cese de sus actos nefastos en lugar de tomar represalias, aunque evitó blandir públicamente una amenaza como respuesta a las represalias chinas.
El martes, el gobierno de Donald Trump dio 72 horas a los diplomáticos chinos para desalojar su misión en Houston, polo mundial de investigación médica y biológica.
La sanción de Estados Unidos llegó unas horas después de que dos ciudadanos chinos fueran acusados de piratería informática en la búsqueda de investigaciones sobre la vacuna contra el Covid-19.
Sin embargo, funcionarios estadunidenses dijeron el viernes que la medida no responde a un caso específico. En determinado momento, simplemente dices: suficiente, dijo un alto responsable del Departamento de Estado.
La tensión entre China y Estados Unidos es alimentada por las disputas comerciales y las acusaciones mutuas sobre el origen de la pandemia de Covid-19, además de la ley de seguridad nacional para el territorio semiautónomo de Hong Kong. (Agencias, La Jornada)