Desde que la alerta sanitaria por el coronavirus se extendió al territorio sinaloense, los habitantes de la sindicatura de Matatán, Rosario han tenido que modificar su estilo de vida.

La temporada de cosechar algunas hortalizas y trabajos en la deshidratadora son actividades que los ocupada laboralmente generándoles ingresos modestos.

Pero la restricción de poder salir en grandes grupos a trabajar ha mermado la economía en este poblado que consta de alrededor de 300 familias y es el paso obligado para llegar a la sierra rosarense.

Moises Rivera Juárez, síndico de Matatán lo confirma.

“Nada oiga, nada nos han traído, nos tienen olvidados”, lamentó.

Lo que sí recibieron fue la visita de una brigada que desinfectó espacios públicos, lo que reconoce como una medida importante para evitar contagios, pero insuficiente para pasar los días de encierro que la emergencia sanitaria por el Covid-19 impone.

La gente está encerrada aquí, agregó, está haciendo caso y se queda en sus casas, nada más salen unos cuantos a trabajar en la mañana porque no pueden salir en grupos.

Pero las condiciones precarias por las que atraviesan las familias, no fue obstáculo para que el pasado fin de semana Rivera Juárez apoyara la iniciativa de un grupo de jóvenes que se dieron a la tarea de recolectar víveres entre los mismos habitantes, para ayudar a los que menos tienen.

Y la gente respondió, dijo, todos cooperaron con lo que podían, aunque también pasan por momentos difíciles, aquí la gente se ayuda, y se hicieron 8 despensas que se le entregaron a las personas que más lo necesitaban.

“Pero todos estamos necesitando”, acotó.

Hizo un llamado al gobierno municipal y a Quirino Ordaz Coppel, gobernador de Sinaloa para que no se olvide de este pueblo ni de Chilillos, el ubicado sobre la carretera internacional, con caserío regado en el margen del río Baluarte.

También exhortó a las asociaciones civiles, grupos no gubernamentales a apoyarlos.

Descartó que en Matatán existan casos sospechosos de Covid-19, pues a la fecha solo se han presentado enfermedades que el cambio de clima provoca, ya que por las noches la temperatura baja considerablemente por la cercanía de la sierra, mientras que en el día hace calor.

Cuentan, dijo, con un dispensario médico con una doctora que los atiende durante el día, pero no cuentan con medicamento, por lo que también pidió a las autoridades no olvidarse de surtirlas.