Un tribunal de segunda instancia confirmó ayer miércoles la condena al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por corrupción y blanqueo de capitales.
La justicia investigó los supuestos beneficios irregulares obtenidos por el líder de Partido de los Trabajadores (PT) en una finca del municipio de Atibaia, en el estado de Sao Paulo, de acuerdo a CNN.
Los tres magistrados que han juzgado el caso han decidido, por unanimidad, mantener la condena inicial y elevar la pena de 12 años y once meses a 17 años y un mes de cárcel.
La defensa de Lula niega cualquier delito por parte del exmandatario.
Lula, que tiene derecho a permanecer en libertad mientras interpone nuevos recursos ante otras dos instancias judiciales, ya ha sido condenado en segunda instancia en dos procesos diferentes, lo cual lo inhabilita a presentarse como candidato a cualquier cargo público.