Acababan de rendirle honores de cuerpo presente al agente municipal Juan Luis Mata Peraza, en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM), cuando al entonces titular de ésta, Ricardo Olivo Cruz, Ríodoce preguntó si como en la pasada administración, se volvería a repetir el silencio.
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El ahora exjefe policial respondió: “En su oportunidad, claro que vamos a levantar la voz; tenemos un equipo de abogados que van a esclarecer este hecho delictuoso”.
El 24 de noviembre se cumple un año del asesinato del suboficial Juan Luis Mata Peraza, y la administración actual, como en la pasada, se sumió en el silencio.
Según testigos, el sábado 24 de noviembre de 2018, aproximadamente a las 19:00 horas, un automóvil color blanco, marca Honda, llegó al domicilio de Juan Luis Mata Peraza —ubicado en la calle Girasol, entre las calles Gladiola y Tulipán de la colonia Ricardo Flores Magón—, bajó un hombre armado y se dirigió hasta la casa de su víctima y le disparó en diversas ocasiones.
El crimen que enlutó y marcó al gobierno municipal del alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, ocurrió a 24 días de haber llegado al poder, acompañado de Ricardo Olivo Cruz como encargado de la SSPyTM, en Mazatlán.
Juan Luis Mata Peraza, recordado por sus colegas como una persona risueña, honrada, leal, profesional y respetuosa de sus superiores y de los derechos humanos, fue asesinado el día que tenía franco.
Díaz de León
No era la primera vez que un escolta de un jefe policial moría ejecutado, porque en el trienio de Fernando Pucheta Sánchez (2016—2018) ya había ocurrido.
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El 9 de julio de 2018, en el libramiento Óscar Pérez Escobosa y carretera Internacional México 15, salida norte a Culiacán, también un comando armado había ejecutado a Aurelio Rodríguez Díaz de León, escolta del entonces secretario de Seguridad Pública, teniente coronel de caballería Joel Ernesto Soto.
El escolta se encontraba de vacaciones y había sido amenazado a través de Facebook antes de ser asesinado por gatilleros montados en camionetas —uno de ellos en una motocicleta—, mientras conducía su camioneta en la que llevaba a su esposa al trabajo.
El 10 de julio, un día después de la ejecución del escolta Aurelio Rodríguez, un reportero comentó en tono de pregunta al entonces secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Joel Ernesto Soto: “Secretario se teme de que haya gatilleros aquí (en Mazatlán)”.
El teniente coronel de caballería, aparentemente lloroso y compungido por el asesinato de su subordinado, respondió: “Es muy seguro que sí, ahí están los hechos, lo que no podemos permitir es que anden impunemente, por eso es que debemos redoblar esfuerzos y buscar la manera de combatirlos”.
El segundo homicidio
Casi tres meses y medio después, en el gobierno de Luis Guillermo Benítez Torres, se perpetró el crimen de Juan Luis Mata, escolta de Ricardo Olivo, quien dijo que los habían agarrado de sorpresa.
—Secretario, es un segundo homicidio en contra de un escolta, su antecesor también sufrió una baja de este tipo, ¿será una amenaza contra sus elementos…?
—No, de ninguna manera, a todos nos agarró por sorpresa en los escasos
23 días que llevamos de gestión, la tercera semana, no habíamos escuchado absolutamente nada.
—No había amenazas previas.
—No estoy enterado…él era una persona que siempre tenía una sonrisa en la cara, razón por la cual les digo a todo mundo nos agarró por sorpresa esta fatídica noticia.
—¿En este caso no habrá impunidad? ¿Se va a exigir justicia?
—Por supuesto, créanme vuelvo a lamentarlo, su muerte me causa un gran pesar, que estuvieron presentes aquí los servidores públicos del Ayuntamiento y esto no es fácil, este tipo de actos no son dignos de presenciarlos. Nos comprometemos a tratar de erradicar, que no se presente un atentado más ni en contra de nadie de los ciudadanos. Ese es mi compromiso de redoblar esfuerzos y aun vuelvo a repetir como lo dije, con las carencias que tenemos en cuanto al personal que nos hace falta, vamos a redoblar estos esfuerzos.
El 23 de abril del año en curso, Ricardo Olivo fue sustituido de la SSPyTM por Ramiro Lizárraga Medina, quien a su vez, el 25 de agosto fue relevado por Federico Rivas Valdez, Capitán de Corbeta de la Marina Armada de México.
“Ricardo Olivo Cruz se va al área de academia de capacitación de los policías, es un hombre que se debe de aprovechar en ese aspecto, tiene mucho conocimiento en ello, mucha preparación”, dijo entonces el también exsecretario Ramiro Lizárraga.
Olivo Cruz se fue a la academia de capacitación de los policías y el homicidio de su escolta Juan Luis Mata Peraza, al igual que el crimen de su colega Aurelio Rodríguez, se sumió en el silencio y la impunidad.
El mismo silencio
Dos ejecuciones de policías en los dos últimos trienios
9 de julio de 2018. Un comando armado mata a Aurelio Rodríguez Díaz de León, escolta del secretario Joel Ernesto Soto, en el Libramiento Óscar Pérez Escobosa y carretera Internacional México 15 salida norte a Culiacán.
24 de noviembre de 2018. Un sicario con arma de alto poder irrumpe en la casa del suboficial Juan Luis Mata Peraza, escolta del secretario Ricardo Olivo Cruz, y lo asesina.
Artículo publicado el 24 de noviembre de 2019 en la edición 878 del semanario Ríodoce.
