Familiares, compañeros, amigos y autoridades despidieron entre lágrimas y aplausos al agente Juan Luis Mata Peraza, jefe de escoltas del Secretario de Seguridad Pública de Mazatlán, quien fue asesinado el sábado en su domicilio.

En el homenaje realizado en las instalaciones de la Secretaría fue presidido por el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres; el secretario de Seguridad Pública municipal Ricardo Olivo Cruz, así como funcionarios municipales.

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Fue a las 9:00 horas cuando el cortejo fúnebre, escoltado por elementos policíacos, llegó a las instalaciones de la corporación en donde lo esperaban cientos de personas situadas sobre la explanada principal.

El féretro que contenía el cadáver del agente Mata Peraza fue cubierto por compañeros agentes con la bandera nacional, como se hace con los elementos que mueren en cumplimiento de su deber.

Mandos y elementos de dicha corporación efectuaron guardias de honor, en tanto que el capitán retirado Salvador Huerta Rodríguez, recordó al agente caído, quien nació en Mazatlán hace 41 años, y siempre se caracterizó por el trato amable a sus compañeros y por mostrar siempre una gran sonrisa en su rostro.

“De los principios y valores básicos, que él como elemento operativo y administrativo tenía presente: ser eficiente, trabajar con profesionalismo y honradez, siempre apegado a la legalidad y cumpliendo con las órdenes y obligaciones que su grado le imponía”.

“Durante el tiempo que laboró en la corporación, se desempeñó con integridad, dignidad, honor y lealtad. Eran sus principios fundamentales de educación y obediencia. Fue una persona que nunca dejó de prepararse, y muestra de ellos son sus estudios en Radiología y Criminalística”, subrayó Huerta Rodríguez.

“Con sus familiares fue un hijo ejemplar, a todos estimaba por igual, y a lo largo de su carrera policial recibió reconocimientos en múltiples ocasiones”.

Durante el homenaje póstumo también se le efectuó el último pase de lista, se realizó una salva en su honor, acto que dio paso al llamado “toque de silencio” ,que fue ejecutado por los integrantes de la Banda del Sindicato del Ayuntamiento de Mazatlán.

El policía fue despedido con un fuerte aplauso y después fue trasladado a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la colonia Benito Juárez, donde se le ofició una misa de cuerpo presente.

Por último, el cuerpo del compañero caído en cumplimiento de su deber, fue escoltado por policías municipales y agentes de Tránsito a las instalaciones del Panteón Renacimiento, ubicado en la salida al sur de Mazatlán.